CULTURA
Elche, la ciudad de las palmeras – España
Bakú, 30 de mayo, AZERTAC
El Palmeral de Elche es el oasis artificial que rodea la histórica ciudad de Elche de origen andaluz situada en el sur de la provincia de Alicante, en la costa mediterránea de la Península Ibérica. Está formado por 67 huertos, que contienen unas 45 mil palmeras datileras, que ocupan 144 ha. El paisaje del Palmeral de Elche es un ejemplo notable de la introducción de una forma de agricultura y de la aclimatación de una especie económicamente rentable en una nueva región. El palmeral es un componente típico del paisaje norteafricano que se introdujo en Europa durante la ocupación islámica de gran parte de la Península Ibérica y que ha conservado su forma original hasta nuestros días en Elche.
La fundación de la actual ciudad de Elche (en los siglos X y XI) reflejó una concepción que asociaba simultáneamente la ciudad y su espacio de producción. El desarrollo de la nueva comunidad dependía de la mejora del territorio circundante mediante el riego artificial. La mejora del territorio de la nueva medina andalusí fue posible gracias al establecimiento de un sistema agrícola desarrollado en el cinturón de tierras estériles unificadas por el Islam, entre el Sáhara Occidental y la India Oriental-Irán, el oasis artificial de la llanura. El diseño de la ciudad medieval de Elche se desarrolló a la manera de las numerosas medinas y ciudades fortificadas de las rutas caravaneras del orbe islámico, un recinto amurallado rodeado de huertos de palmeras regados por canales.
Según el web sitio de la UNESCO, los atributos que expresan esencialmente los valores de la propiedad son el sistema de riego con Acequia Mayor, la trama regular de los huertos delimitada por hileras de palmeras datileras, la asociación de especies vegetales (tradicionales o recientes, como las plantas ornamentales), el mantenimiento de las tradiciones de riego y agricultura, y el paisaje de la ciudad medieval rodeada por un denso cinturón de palmeras.
Por un estricto orden (tandeo), el sistema de riego con Acequia Mayor se basa en el acceso proporcional a las parcelas ortogonales para un mejor control de la distribución del agua, y en la conciliación del uso del agua para fines agrícolas y urbanos.
Los palmerales forman un conjunto compacto en la zona este del término municipal de Elche. Los límites de las parcelas (huertos) son rectilíneos, por lo que en su mayoría son cuadrados o rectangulares, pero algunos son triangulares. Están separados por cascabots (vallas de hojas de palmera trenzadas) o muros de piedra de 1 a 2 metros de altura. En las parcelas se encuentran las casas de los propietarios o arrendatarios de los terrenos. Las palmeras datileras de Elche son de la especie Phoenix dactylifera L., originaria de Oriente Medio y del norte de Àfrica. Pueden alcanzar una altura de 30 m y vivir más de 300 años. Las palmeras se plantan en filas simples o dobles, siguiendo las líneas de los canales de riego. Producen dátiles para el consumo alimentario y palmeras blancas lechosas que se exportan a toda la Península Ibérica para la decoración y las procesiones del Domingo de Ramos.
El diseño de la finca se basa en el cultivo en tres niveles (palmeras datileras, granado y alfalfa) que ha dotado a la medina de Elche, nueva fundación islámica, de un cinturón agrícola de alta productividad e importantes servicios urbanos. El ingenio de las técnicas hidráulicas de los musulmanes perfeccionó las presas de distribución de agua (rafas) creando una gran red de canales de riego que conducían el agua desviada mediante divisores de caudal (tallamares), fijos o móviles, que han llegado hasta nuestros días. Todo ello contribuyó a crear una eficiente administración de los recursos hídricos, que eran escasos en Elche.
El Palmeral de Elche es un ejemplo excepcional del uso sostenible del medio ambiente y de la adaptación evolutiva de los paisajes culturales a los cambios históricos, como demuestra el desarrollo de nuevas relaciones funcionales con la ciudad moderna de Elche.
El palmeral de Elche es un ejemplo notable de la transferencia de un paisaje característico de una cultura y un continente a otro, en este caso del norte de Àfrica a Europa.
El palmeral es un elemento típico del paisaje norteafricano que fue traído a Europa durante la ocupación islámica de gran parte de la Península Ibérica y que ha llegado hasta nuestros días. El antiguo sistema de riego, que todavía funciona, es de especial interés.
La Palmeral de Elche mantiene dentro de sus límites los atributos esenciales para la representación de su Valor Universal Excepcional. La superficie del bien inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial es adecuada. Aunque el impacto de la Revolución Industrial amenazó la integridad del Palmeral a partir de 1884 (paso del ferrocarril por los huertos de palmeras, construcción de fábricas y nuevas zonas residenciales), el proceso de degradación se detuvo en las décadas de 1930 y 1950 gracias a la campaña de defensa del Palmeral impulsada por Pedro Ibarra, a la introducción de herramientas legales de medidas de protección y a la ralentización del desarrollo económico durante la Guerra Civil y la Posguerra. La aceleración del crecimiento desde 1960 ha provocado pérdidas, pero el principio de protección de los palmerales, introducido en los planes y políticas urbanísticas, ha permitido mantener el cinturón de huertos que rodea la ciudad histórica. Aunque algunos huertos han perdido su vocación agrícola original en favor de nuevos usos urbanos (equipamientos públicos; usos residenciales y hoteleros), un número importante de ellos conserva su funcionalidad original.
La Palmeral de Elche mantiene la organización de la trama ortogonal definida por la intersección de hileras de palmeras, adaptándose al trazado de los canales. Los huertos mantienen el vallado que los individualiza. Las parcelas en las que se plantan los palmerales son fieles al sistema original de asignación de tierras y forman una unidad con el antiguo sistema de riego instalado durante el periodo islámico. Se ha conservado la asociación entre materia vegetal, suelo cultivado y agua de riego. Lo mismo ocurre con elementos tradicionales como las cercas y viviendas de las huertas, o las compuertas, canales y molinos de la Acequia Mayor. Una parte importante del Palmeral responde a un uso agrícola tradicional adaptado a las necesidades de los ciudadanos, y los sistemas de gestión y métodos de trabajo típicos de los campesinos y regantes palmeros siguen vigentes. El Palmeral sigue rodeando la ciudad histórica de Elche, contribuyendo a su imagen de ciudad islámica. El entorno mantiene puntos de contemplación y zonas de construcción de baja altura y densidad (o simplemente vacías), que permiten apreciar la unidad y singularidad del paisaje.
Los principales instrumentos reguladores del bien son la Ley 4/1998, de 11 de junio, de la Generalitat Valenciana, del Patrimonio Cultural Valenciano y sus posteriores modificaciones; la Ley 1/1986, de 9 de mayo, de la Generalitat Valenciana, por la que se regula la vigilancia de La Palmeral de Elche; y el Decreto 133/1986, de 10 de noviembre, del Consell de la Generalitat Valenciana, que lo desarrolla. Este último también está incluido en el Plan General de Ordenación Urbana de Elche vigente, aprobado definitivamente en 1998.
Las instituciones que velan por la gestión del bien son la Generalitat Valenciana representada por la Dirección General de Patrimonio Cultural, el Ayuntamiento de Elche a través de sus Concejalías de Urbanismo, Policía, Parques y Jardines y el Patronato de La Palmeral d'Elche, del que forman parte miembros de la Generalitat Valenciana, de la corporación municipal y representantes de los palmicultores.
Dada la complejidad de la finca, la elaboración del Plan Especial de Protección de La Palmeral d'Elche (PEPPE), el equivalente a un plan de gestión, no se inició hasta 2007; el documento está pendiente de aprobación definitiva. El Plan define detalladamente el régimen urbanístico y jurídico del suelo, el proceso de obtención de permisos, los usos del suelo y las actividades autorizadas, las condiciones generales de construcción, las condiciones específicas de protección del patrimonio edificado y del paisaje, y la normativa sobre los diferentes tipos de uso del suelo; todo ello de acuerdo con los límites del bien y su zona de amortiguación, tal y como se definieron en el momento de la inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial. Las orientaciones del PEPPE pretenden salvaguardar los atributos que expresan el Valor Universal Excepcional del Palmeral.
Las propuestas del PEPPE se basan en una documentación detallada que incluye fichas con cartografía descriptiva del palmeral y sus huertos, y estudios monográficos (sistema agrícola; tipología de los huertos; sistema de riego; problemas, plagas y enfermedades del palmeral). La credibilidad, veracidad y detalle de las fuentes empleadas permitirán realizar reconstrucciones limitadas de elementos para mejorar la expresión del Valor Universal Excepcional del bien cuando sea necesario.
La principal amenaza para el palmeral, además de la presencia de plagas como el lepidóptero Paysandisia archon, sigue siendo el "picudo rojo" (Rhynchophorus ferrugineus), un escarabajo curculiónido originario de Asia tropical. A pesar de los considerables esfuerzos realizados por el ayuntamiento y la Generalitat desde 2005, el picudo rojo se ha extendido por todo el municipio.
Entre las medidas adoptadas para contrarrestar esta amenaza se encuentran las inspecciones; el control del tráfico de palmeras en los viveros; el tratamiento fitosanitario regular de las palmeras con plaguicidas, y en particular de las palmeras datileras del Palmeral inscritas en la Lista del Patrimonio Mundial; las capturas de individuos mediante feromonas y kairomonas; el saneamiento o la destrucción controlada de los individuos afectados; el ensayo continuo de nuevos tratamientos, incluidas las soluciones biológicas; la sustitución de las palmeras afectadas en los huertos y jardines; y las campañas de sensibilización.