Bakú, 2 de marzo, AZERTAC

Según los resultados de las investigaciones internacionales, Azerbaiyán es uno de los países con la alta contaminación por minas. Este hecho es consecuencia de tres décadas de la ocupación armenia del 20% del territorio del país – la parte montañosa y llana de Karabaj. Durante estos años los ocupantes no solo convirtieron en cenizas los territorios ocupados, sino los minaron. Tras restablecer la integridad territorial de Azerbaiyán, en 2020, la Agencia para Desminado (ANAMA) empezó el desminado sistemático de los territorios liberados y los campos de batalla. Fue la condición primordial para poder realizar las obras de reconstrucción en los territorios liberados y el retorno de la población conforme al programa “Gran Retorno”, considerado como una de las prioridades del Estado en el periodo postconflicto, informa AZERTAC con referencia al material de la revista IRS.

Fundada en 1998, la ANAMA, tras la victoria en la Guerra de Patria en 2020, por el decreto presidencial fue reorganizada para poder cumplir los nuevos objetivos y recibió el estatus de entidad de derecho público. Desde aquel entonces la organización se ocupa del desminado de los territorios liberados, así como de la coordinación del trabajo de la misma índole. Tras la finalización de la guerra, en los territorios liberados fueron desminadas más de 92 mil. de minas y otras armas explosivas. Cabe destacar que el peligro de las minas está relacionado de manera directa o indirecta con las cuestiones del desarrollo sostenible.

Para llamar la atención internacional sobre el problema de la contaminación por minas, en la Cumbre del Grupo de Contacto del Movimiento de Países No Alineados contra la COVID-19, celebrada en Bakú el 2 de marzo de 2023, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, propuso la creación de un grupo de países-aliados afectados por las minas. Fue señalado que muchos de los países miembros del Movimiento de Países No Alineados se encuentran entre los contaminados por minas y artefactos explosivos sin detonar. El desminado de los territorios liberados, junto con la ANAMA, lo llevan a cabo los departamentos pertinentes del Ministerio de Defensa, el Ministerio de Situaciones de Emergencia y el Servicio Estatal de Fronteras de Azerbaiyán, varias empresas locales, así como organizaciones extranjeras de renombre internacional como MAG, Safe Lane, RPS.

Las operaciones de desminado se realizan mediante la búsqueda manual con la ayuda de medios mecánicos especiales y de animales. Se utiliza activamente el sistema Remote Aerial Minefields Survey (RAMS), que, conforme a los estándares internacionales de remoción de minas (IMAS), contribuye a la implementación óptima y precisa de las operaciones. El papel principal lo desempeñan las cámaras térmicas de alta sensibilidad, instaladas en drones. Las cámaras transmiten la información y la procesan con el uso de la inteligencia artificial. Contando con los equipos y medios mecánicos de última generación, la ANAMA va incrementando gradualmente el número de personal y ampliando la base material y técnica. Los zapadores recién incorporados toman cursos teóricos y prácticos “Desminado Humanitario”, “Limpieza de Campos de Batalla”, “Primeros Auxilios Médicos”, etc. También se organizan cursos de actualización, incluso para jefes de grupo, departamentos, supervisores. Junto a esto, la ANAMA organiza cursos dirigidos a los zapadores extranjeros, a los interesados de las estructuras no gubernamentales y privadas que se dedican también al desminado de los territorios liberados.

Según los datos de la ANAMA, los territorios liberados se caracterizan por un alto grado de contaminación por minas en un área de 158 873 hectáreas, y un grado medio y bajo - en un área de 732.567 hectáreas. Se constata la implantación de un alto nivel de minas en ciudades y pueblos destruidos y arrasados, jardines y sembradíos, cementerios, así como en terrenos ubicados a lo largo de la antigua línea de contacto de las fuerzas armadas. Generalmente, las minas fueron implantadas a lo largo de las orillas de los ríos y canales, en caminos o sus bordes, en tierras agrícolas, en jardines, en bosques, en cementerios y en trincheras. Durante el periodo posterior a la guerra en 2020, han sido realizados trabajos de desminado en un área de más de 94 mil hectáreas de los territorios liberados. En 2023, está previsto abarcar 50 mil hectáreas. Se presta la atención principal a los asentamientos y territorios para la implementación de proyectos de infraestructura. En las aldeas de Zabukh y Sus del dsitrito de Lachín, durante una operación de “limpieza” de los edificios residenciales, fueron encontradas las trampas explosivas, que se activan por cables instalados en las entradas de casas y parcelas domésticas, así como minas «PMN-E tipo «Fabricado por Armenia”. Con el objetivo de lograr una explosión más poderosa y más víctimas, debajo de las minas fueron colocadas granadas de mano. Además, durante las operaciones de desminado en los territorios liberados de la región de Aghdam, fueron encontrados los artefactos explosivos de alto poder destructivo. Estos dispositivos están compuestos de un cohete turborreactor 9M24F de 240 mm y 30 o más proyectiles de mortero de 120 mm atados entre sí y enterrados en el suelo al costado de las carreteras. No es difícil imaginar el grado de destrucción y la cantidad de víctimas puede producir la explosión de un dispositivo de este tipo, que contiene 3-4 kg de material explosivo. Se encontraron numerosas municiones sin estallar en los canales y a lo largo de las orillas de los ríos Tartar, Gargar-chay, Khakarí, Khachyn-chay, así como en karezes - fuentes subterráneas de agua dulce. En la aldea de Ashagi-Seyidahmadlí del distrito de Fuzuli, durante la apertura de una fosa común en el terreno de 0,31 hectáreas, fueron encontradas 86 minas antitanque y 35 antipersona.

En general, la mayoría de las minas en los territorios liberados es fabricada en Armenia, adaptada a las minas de tipo PMN-E y OZM-72. Durante las operaciones de desminado, se identificó y despejó una gran cantidad de municiones en racimo de uso prohibido por convenciones internacionales, incluyendo LAR160 y 9N235.

Los hechos expuestos prueban claramente el deseo de las fuerzas armadas armenias de “desahogarse” de la derrota, desatando la guerra contra los civiles, para causar el mayor número de víctimas entre los ciudadanos pacíficos de Azerbaiyán. Es un claro indicador de que Armenia continúa con su postura poco constructiva, que obstaculiza la normalización de la situación y el proceso de reconciliación en la región en el periodo postconflicto. Desafortunadamente, la guerra de minas desatada por Armenia contra Azerbaiyán no está exenta de bajas. Así, durante el incidente en el cementerio de la aldea de Yusifjanli de Aghdam, cinco miembros de familia resultaron muertos y gravemente heridos. Un incidente similar ocurrió en el pueblo de Suarasi en Lachín. Cabe señalar que los incidentes de minas tuvieron lugar en el territorio que está fuera de la antigua línea de contacto entre las tropas azerbaiyanas y armenias - en la aldea de Gulabird del distrito de Lachín, en el pueblo de Dashaltí de Shushá, en los pueblos de Nuzgar y Mehtilí de Jabrayil, en la aldea de Bartaz de Zanguilán, en Sighnag de Joyalí, en el pueblo de Khanlig de Gubadlí, en los pueblos de Marzilí y Shahbulag de Aghdam, en la aldea de Sugovushán de Tartar, en Yukhari-Veysallí y Yaglivand de Fuzulí.

Según las estadísticas, durante el período comprendido entre el 10 de noviembre de 2020 -cuando fue firmada la Declaración tripartita sobre la suspensión de hostilidades en el frente armenio-azerbaiyano- y el 30 de agosto de 2023, 305 personas resultaron heridas por explosiones de minas y otras municiones en el territorio de Azerbaiyán, de las cuales 57 murieron y 250 resultaron heridas. Durante las casi tres décadas de ocupación de los territorios azerbaiyanos que precedieron a la Segunda Guerra de Karabaj, un total de 3.384 personas murieron por la explosión de minas, incluidos 357 niños y 38 mujeres.

Los hechos expuestos demuestran claramente la necesidad de impartir la educación en el riesgo de artefactos explosivos, también encomendada a la ANAMA. Estas medidas incluyen el trabajo divulgativo para informar a la población sobre el peligro que represen - tan las minas y los artefactos explosivos sin detonar en los territorios liberados y afectados por la guerra; sobre las precauciones necesarias al respecto. El trabajo educativo se lleva a cabo en cooperación con otras agencias gubernamentales y varias agencias de la ONU: el Programa de Desarrollo (PNUD), el Fondo Internacional de Emergencia para la Infancia (UNICEF), el Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR), así como una serie de agencias locales de organizaciones no gubernamentales. Durante el último período, Azerbaiyán ha recibido ayuda en la lucha contra el peligro de las minas de la Unión Europea, Gran Bretaña, Hungría, Estados Unidos y Japón. Sin embargo, dada la gran cantidad de minas en los territorios liberados y afectados por la guerra, el apoyo internacional en su tamaño actual es insuficiente. Parece que este problema, que tiene un carácter internacional, podría encontrar su solución efectiva con ayuda de la cooperación internacional.