SOCIEDAD
António Guterres: “Más de la mitad de las víctimas de la trata de personas son inmigrantes”
Bakú, 30 de julio, AZERTAC
Con la pandemia que azota al mundo, combinada con el aumento de las desigualdades y una situación económica nefasta, es posible que no se escuchen las voces de las víctimas de la trata y el tráfico.
Este es el mensaje del secretario general de la ONU, António Guterres, con motivo del Día Mundial de la Trata de Personas, el 30 de julio, informa AZERTAC.
Pero ahora es más importante que nunca que se escuchen sus historias, ya que la crisis creada por la pandemia del COVID-19 los deja aún más indefensos y su situación es aún más desesperada.
La pandemia ha aumentado en 124 millones el número de personas que viven en la pobreza extrema y ha puesto a muchos millones en riesgo de ser víctimas de la trata.
Los niños corren un riesgo enorme y creciente: constituyen un tercio del número global de víctimas, un porcentaje que se ha triplicado en los últimos 15 años. En los países de bajos ingresos, los niños representan la mitad de las víctimas. En la mayoría de los casos, son utilizados por los traficantes para realizar trabajos forzados. Para encontrar, controlar y explotar a personas indefensas, los delincuentes utilizan la tecnología en todas partes. Los niños son cada vez más víctimas de la explotación sexual, los matrimonios forzados y otras formas de abuso a través del contacto en las plataformas en línea.
Una de las formas más extendidas y aborrecibles de la trata de seres humanos sigue siendo el tráfico de mujeres y niñas con fines de explotación sexual. En la mayoría de las regiones, más de la mitad de las víctimas de la trata son inmigrantes.
Los gobiernos deben tomar medidas urgentes para reforzar los esfuerzos de prevención, proporcionar apoyo a las víctimas y llevar a los autores ante la justicia. Esto incluye la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y su Protocolo complementario para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas.
En estos esfuerzos, debemos guiarnos por la experiencia de quienes han sido víctimas de la trata. Su aportación es necesaria como base para el desarrollo de medidas que busquen identificar y abordar los factores y patrones de riesgo, para identificar a las víctimas y proporcionarles protección, acceso a la justicia y oportunidades de recuperación, y para responsabilizar a sus explotadores.
Las Naciones Unidas se comprometen a escuchar las experiencias de las víctimas y supervivientes de la trata, a garantizar sus derechos y su dignidad, a compartir sus historias y a aprender de ellas en nuestra lucha por prevenir y erradicar esta atroz práctica delictiva.