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Con este samovar de 2,2 metros de altura y 250 litros de volumen se puede servir té a 1.200 personas
Ismayilli, 20 de abril, AZERTAC
El antiguo arte de la orfebrería del cobre se conserva hasta hoy en el pueblo de Lahic, en el distrito de Ismayilli. Caminando por las antiguas calles de Lahic, uno puede encontrarse con talleres de cobre, desde los que se oyen los inconfundibles sonidos del martilleo, que crean la especial atmósfera de esta región.
Uno de los maestros de este oficio es Kablei Aliyev. Junto con otros artesanos del cobre, fabricaron un enorme samovar. Se trata del primer producto de este tipo en el arte de la orfebrería del cobre en Lahic.
El maestro Kablei, que aprendió los secretos de la artesanía del cobre desde su más tierna infancia en el taller de su abuelo y su padre, sale de casa cada mañana y se dirige a su pequeño taller a través de viejas calles empedradas, que guardan los secretos de la historia.
Dice que hacer un samovar es un trabajo muy difícil. "A principios de 2021, decidimos fabricar un samovar grande de 200-300 litros. Con la bendición del Todopoderoso comenzamos el trabajo. Compré el material y empecé a hacer un boceto. Se tardó un mes en hacer el boceto. Entonces empecé a hacer un samovar", comenta el maestro.
Kablei Aliyev destaca la singularidad del producto. "El samovar se hizo durante 6 meses. Lo hemos decorado con patrones hechos por nosotros. Fabricamos y fijamos asas de madera.
El samovar tiene un diámetro de 3 metros y una altura de 2,2 metros. El volumen de agua es de 250 litros. El volumen del hervidor es de 8 litros. El agua hierve en aproximadamente una hora.
Razi Bakhishov, residente en el pueblo, dice que desde la antigüedad se han desarrollado en Lahij oficios como la joyería, la fabricación de armas y la orfebrería del cobre. Todos los años los maestros solían hacer juegos de vajilla de cobre y los regalaban a las chicas que se casaban. Mucho ha cambiado hoy en día. El trabajo del cobre se ha convertido en algo tan delicado como el arte de la joyería. En Lahic se han formado patrones.
"Los maestros de Lagich fabrican diferentes vajillas de cobre, pero han creado este samovar por primera vez. En una época reparábamos y vendíamos samovares rusos. Hoy en día, nuestros maestros fabrican finos samovares de cobre, pero los samovares rusos eran de bronce. A los turistas les gustan mucho los productos elaborados por nuestros artesanos", comentó.
Los artesanos de Lahic siempre intentan repetir los elementos antiguos en su trabajo y revivir los ornamentos nacionales. Sus objetos de cobre han ganado popularidad en Asia Central, Turquía, Daguestán, Georgia, Irán y otros países.
El maestro dedicó toda su vida a su oficio. Por las tardes, deja su pequeño taller y vuelve a casa. Mañana empezará a trabajar de nuevo.