La Cancillería de Azerbaiyán responde al ministro armenio de Asuntos Exteriores
AzerTAg.az

Bakú, 26 de enero, AZERTAC
El discurso pronunciado el 24 de enero por el ministro armenio de Asuntos Exteriores, Ararat Mirzoyan, ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento Europeo es un vivo ejemplo de hipocresía.
Así se afirma en el comentario del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre el discurso del ministro armenio de Asuntos Exteriores, Ararat Mirzoyan, en la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, informa AZERTAC.
Se señaló que la propuesta del ministro armenio de Asuntos Exteriores de resolver la situación en torno a la carretera de Lachin por medios militares constituye una grave amenaza. Es bien conocido que las ideas de los líderes armenios llamando a la guerra no son nuevas. Ya en 2019, el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, expresó la opinión de que "Karabaj es Armenia", mientras que el ex ministro de Defensa Tonoián declaró "una nueva guerra por nuevos territorios". La propuesta del ministro de Asuntos Exteriores Mirzoyan de una solución militar indica que Armenia no ha aprendido la lección de la historia y sigue sin comprender las consecuencias de sus 30 años de ocupación de territorios azerbaiyanos. Es necesario impedir esta aventura de la parte armenia.
"Parece que, tras la guerra de 2020, el desprecio por parte de estas entidades de los hechos irrefutables presentados por Azerbaiyán a la Unión Europea y a otras organizaciones internacionales, así como a los parlamentos, sobre la flagrante violación de los compromisos asumidos por Armenia (la retirada incompleta de las fuerzas armadas armenias de nuestros territorios, la continuación de las actividades ilegales en el territorio de Azerbaiyán, la rotación de personal militar, uso indebido de la carretera de Lachin, la continua amenaza de minas en Azerbaiyán, la explotación ilegal de los recursos naturales, la creación de condiciones para el paso ilegal de ciudadanos de terceros países al territorio de Azerbaiyán, etc.) ha vuelto a envalentonar a la parte armenia. Sin embargo, está claro que esta declaración del ministro armenio de Asuntos Exteriores se ve alimentada por las declaraciones falsas, no pacifistas y revanchistas de varios círculos internacionales sobre la situación en torno a la carretera de Lachin", señala el comentario.
En general, la referencia de Armenia, que desde la independencia comete agresiones militares y masacres en los territorios internacionalmente reconocidos de Azerbaiyán en contravención de las normas y principios jurídicos internacionales, que ha destruido ciudades y pueblos ocupados, cometido limpieza étnica de azerbaiyanos, expulsado a cientos de miles de azerbaiyanos de sus tierras natales, violado cuatro resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, a los derechos y normas internacionales tras la liberación de nuestros territorios, pidiendo a las organizaciones internacionales que intervengan parece absurda.
Es bien sabido que las declaraciones del Ministro de Asuntos Exteriores Mirzoyan sobre la participación con buenas intenciones de Armenia en las negociaciones a tres bandas (apertura de todas las comunicaciones de transporte, delimitación, firma de un acuerdo de paz), iniciadas por Azerbaiyán, no reflejan la realidad. Tras presentar propuestas sobre la agenda de paz, Armenia no sólo no respondió a nuestros llamamientos durante meses, sino que tampoco adoptó medidas prácticas para hacer avanzar el proceso y persistió en obstruirlo con diversos pretextos.
Se subrayó que la reiterada afirmación de la parte armenia de que Azerbaiyán supuestamente exige un "corredor extraterritorial" carece de fundamento. Cabe recordar una vez más que, sobre la base del punto 9 de la Declaración Trilateral, Armenia tiene la obligación de "establecer enlaces de transporte entre las regiones occidentales de la República de Azerbaiyán y la República Autónoma de Najchiván para organizar la libre circulación de ciudadanos, vehículos y mercancías en ambas direcciones". Armenia ha acordado permitir la circulación sin trabas a través de su territorio y debe cumplir esta obligación. También es sorprendente que la parte armenia, que sigue ocupando ocho pueblos azerbaiyanos y decenas de kilómetros cuadrados de territorio, manifieste que Azerbaiyán no está comprometido con el proceso de delimitación.
Se ha llamado la atención sobre el hecho de que Armenia, que no respondió a la propuesta de Azerbaiyán de firmar un acuerdo de paz durante más de 8 meses, luego condicionó la firma de un acuerdo de paz al proceso de delimitación, que suele llevar mucho tiempo, propuso la creación de una zona desmilitarizada en la incierta región fronteriza, obstaculizó el acuerdo de paz con diversos pretextos, destacó ciertos elementos, creó confusión sobre la naturaleza del proceso de negociación, es preocupante, y Armenia debería reconsiderar sus pasos.
Es inaceptable que un país que ha construido su política nacional sobre el odio hacia los azerbaiyanos y los turcos y lo ha demostrado en todas sus acciones, que en general ha destruido y deportado a todos los pueblos étnicos residentes en su territorio, acuse a Azerbaiyán de odio hacia los armenios.
En cuanto a las acusaciones infundadas de que el objetivo de Azerbaiyán es supuestamente la "limpieza étnica" y la "deportación" de la población armenia, la parte armenia, que ha llevado a cabo una limpieza étnica y ha masacrado a cientos de miles de azerbaiyanos, no tiene ningún derecho moral a hablar de garantizar los derechos de los pueblos.
"En relación con las ideas repetidamente expresadas por la parte armenia y reiteradas en el último discurso sobre la situación en torno a la carretera de Lachin, señalamos que las protestas pacíficas con demandas para impedir la explotación ilegal de los recursos naturales de Azerbaiyán, el transporte de estos recursos de Azerbaiyán a Armenia y detener el uso indebido de la carretera de Lachin, que sólo está destinada a fines humanitarios y es territorio soberano de Azerbaiyán, es el derecho legítimo del pueblo azerbaiyano. Las actividades ilegales en los territorios de Azerbaiyán habitados por residentes armenios constituyen una amenaza para la seguridad nacional de Azerbaiyán y debe ponerse fin a dichas actividades.
Azerbaiyán seguirá tomando todas las medidas necesarias para proteger sus intereses y seguridad nacionales", apunta el comentario.
En el texto del ensayo se ha cometido un error ortográfico