POLÍTICA
La Fundación de Estudios Estratégicos e Internacionales de España condena el crimen de guerra contra los miembros de la prensa
Madrid, 11 de junio, AZERTAС
Expresamos nuestro profundo pesar y nuestras condolencias a las familias de dos periodistas azerbaiyanos y de un representante del poder ejecutivo, trágicamente muertos en la explosión de una mina en el distrito de Kalbajar (Azerbaiyán).
El director de la Fundación de Estudios Estratégicos e Internacionales de España (FESEI), Miguel Álvarez de Eulate y Moreno, lo dijo en una entrevista con AZERTAC.
"La Fundación FESEI condena este crimen de guerra contra los miembros de la prensa. Esperamos que se castigue a los que han cometido este crimen. Por su parte, la FESEI está dispuesta a contribuir a la creación de oportunidades de prosperidad en la región evitando el derramamiento de sangre y con estrategias que promuevan la paz y la confianza, un elemento importante para un futuro pacífico en el Cáucaso Meridional", dijo M. Álvarez.
Cabe destacar que el 4 de junio en el distrito de Kalbajar, en territorio liberado azerbaiyano, se explosionó una mina antitanque plantada por los armenios y se cobró la vida de tres personas.
La tragedia se produjo cuando un coche con civiles a bordo pasó por encima de una mina antitanque en el distrito de Kalbajar, Azerbaiyán.
Los fallecidos son el periodista de la Agencia Estatal de Noticias de Azerbaiyán, Maharram Ibrahimov, el camarógrafo de la televisión azerbaiyana, Siraj Abishov, y el representante adjunto del jefe de la Autoridad Ejecutiva del distrito de Kalbajar en el pueblo de Susuzlug, Arif Aliyev. También cuatro personas resultaron gravemente heridas.
A finales de 1991 y principios de 1992 Armenia desencadenó una guerra a gran escala contra Azerbaiyán. Como resultado, una parte importante del territorio azerbaiyano fue ocupada, decenas de miles de civiles fueron asesinados, todas las zonas capturadas fueron limpiadas étnicamente de más de 700.000 azerbaiyanos, y cientos de ciudades, pueblos y aldeas del país fueron saqueados y expoliados.
En 1993, el Consejo de Seguridad adoptó por unanimidad las resoluciones 822, 853, 874 y 884, en las que se condenaba el uso de la fuerza contra Azerbaiyán y la correspondiente ocupación de sus territorios, se reafirmaba el respeto a la soberanía y la integridad territorial de Azerbaiyán, la inviolabilidad de las fronteras internacionales y la inadmisibilidad del uso de la fuerza para apoderarse de territorios, y se exigía la retirada inmediata, completa e incondicional de las fuerzas de ocupación armenias de todos los territorios ocupados.
Pero, las demandas clave del Consejo de Seguridad, incluyendo, sobre todo, la retirada de las fuerzas de ocupación de los territorios ocupados de Azerbaiyán, no han sido satisfechas por Armenia, y los esfuerzos de mediación emprendidos por la CSCE/OSCE no han dado resultados.
Otro acto de agresión fue cometido por Armenia el 27 de septiembre de 2020. Como resultado de la operación de contraofensiva, emprendida y llevada a cabo con éxito por las fuerzas armadas de Azerbaiyán en el ejercicio del derecho inalienable a la autodefensa, unos 10.000 km2 del territorio de Azerbaiyán con más de 300 ciudades, pueblos y aldeas fueron liberados de la ocupación.
La declaración del presidente de la República de Azerbaiyán, el presidente de la Federación Rusa y el primer ministro de la República de Armenia, firmada el 10 de noviembre de 2020, puso fin a casi treinta años de conflicto armado entre Armenia y Azerbaiyán y aprobó los parámetros acordados para establecer una paz duradera en la región. El 11 de enero de 2021, los líderes de los tres países firmaron otra declaración conjunta destinada a aplicar una serie de medidas prácticas para eliminar los obstáculos a las conexiones económicas y de transporte en la región.
El fin de la guerra también ofrece perspectivas reales para la normalización de las relaciones interestatales entre Armenia y Azerbaiyán sobre la base del reconocimiento mutuo y el respeto de la soberanía y la integridad territorial de ambos Estados dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas.
El factor que obstaculiza el regreso de los desplazados internos azerbaiyanos y la reconstrucción de la región es la colocación masiva de las minas y a pesar de la finalización de las operaciones militares, estos explosivos aún causaron numerosas bajas entre los civiles y militares azerbaiyanos, y la parte armenia no quiso proporcionar un mapa de las áreas minadas, en violación del derecho internacional humanitario.
Más de 120 personas han muerto o resultado heridas como consecuencia de las minas y otros artefactos explosivos colocados por Armenia durante los 7 meses posteriores al final de la guerra.