SOCIEDAD
La temporada de incendios forestales en todo el mundo empieza antes y dura más debido al calentamiento global

Bakú, 31 de mayo, AZERTAC
La temporada de incendios forestales, que suele ir de junio a septiembre en su punto álgido, empieza antes y dura más debido al calentamiento global en todo el mundo, ya que las pérdidas de cubierta arbórea por incendios forestales casi se han duplicado desde 2001.
Los bosques actúan como sumideros netos de carbono para el mundo, con una tasa de absorción de unos 7.600 millones de toneladas métricas de emisiones de carbono al año, 1,5 veces las emisiones anuales de Estados Unidos, informa AZERTAC según la Agencia Anadolu.
Para conservar los sumideros naturales de carbono del mundo, es necesario minimizar la pérdida de bosques, ya que son fundamentales para hacer frente al cambio climático. Sin embargo, los incendios forestales provocados por el cambio climático están causando más reducciones de la cubierta arbórea.
Las estadísticas de Global Forest Watch muestran que entre 2001 y 2021 se produjeron pérdidas de 318 millones de hectáreas de la cubierta forestal mundial, de las cuales 119 millones de hectáreas fueron atribuibles a incendios.En 2016 se produjo la mayor pérdida de cubierta arbórea debido a incendios, con 9,61 millones de hectáreas en todo el mundo, lo que representa un tercio de todas las pérdidas de cubierta arbórea de ese año.
Las pérdidas de cubierta arbórea por incendios alcanzaron los 9,3 millones de hectáreas en 2021, la segunda cifra más alta en este periodo de 20 años.
Anita van Breda, directora de medio ambiente y gestión de catástrofes del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), declaró a Anadolu en una entrevista exclusiva que "los bosques están tratando de hacer frente a una serie de factores de estrés diferentes al mismo tiempo. Si suben las temperaturas, los suelos se vuelven más secos. Los árboles, por lo tanto, son más susceptibles al riesgo de incendios".
"Arden más, más calientes y más rápido. Eso daña más el suelo, por lo que éste no es capaz de regenerarse y hacer crecer de nuevo la vegetación que había allí", añadió.
Rusia, Canadá y EE.UU., los países con mayores pérdidas
Van Breda señaló que algunos lugares en los que los incendios podrían haber formado parte natural de la dinámica del ecosistema, como el suroeste de EE.UU. y el Mediterráneo, ahora tienen un aumento de la población que vive en ellos o cerca de ellos, lo que intensifica los riesgos de incendio.
"La mayoría de la gente no quiere estar cerca de los incendios ni los ve como un riesgo. Viven cada vez más cerca de estas zonas, lo que aumenta inadvertidamente el riesgo de incendios porque hemos suprimido o eliminado lo que era un régimen natural de incendios", explicó van Breda.
"La frecuencia de los incendios está cambiando, se producen antes, duran más y arden con más intensidad", añadió.
El año pasado fue la segunda peor temporada de incendios forestales en Europa, y los primeros meses de este año están siguiendo la misma trayectoria, según la Comisión Europea, ya que se han producido muchos incendios de invierno y primavera en todo el continente europeo, desde Irlanda hasta la región de los Balcanes.
"El riesgo de incendios está cambiando, y el riesgo es multidimensional", señaló van Breda, destacando que zonas que han sido inmunes a los incendios, como el Ártico y Canadá, están sufriendo ahora incendios forestales.
Canadá se enfrenta actualmente a unos incendios forestales que han comenzado la temporada bastante temprano, provocando la evacuación de unas 16.000 personas de sus hogares.
Rusia, Canadá y EE.UU. son los tres países con mayor pérdida de cubierta arbórea a causa de los incendios entre 2001 y 2021.
Rusia registró el mayor índice de pérdida de cubierta arbórea a causa de los incendios, con una media de 2,51 millones de hectáreas perdidas al año. Canadá ocupó el segundo lugar con 1,27 millones de hectáreas y EE.UU. con 530.000 hectáreas al año, según datos de Global Forest Watch.
Mitigación y adaptación deben ir de la mano
Van Breda, reconociendo que es difícil eliminar por completo todos los riesgos, mantuvo que es posible reducir y gestionar los riesgos de incendio proporcionando a la gente herramientas e información en apoyo de sus esfuerzos para hacer frente a los incendios, desde el ámbito doméstico hasta el nacional.
"Tenemos que trabajar por la mitigación y la adaptación al mismo tiempo. Tenemos que reducir la cantidad de emisiones de carbono y la contaminación relacionada con el carbono tanto y tan rápido como sea posible. Tenemos que intentar reducir los riesgos que estamos creando con estas políticas y enfoques", subrayó.
Instó a los gobiernos a intensificar sus aspiraciones en materia de mitigación y adaptación al clima para permitir una mayor concienciación y una mejor aplicación práctica y prevención de los incendios forestales.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, se prevé que el cambio climático y el cambio en el uso del suelo hagan que los incendios forestales sean más frecuentes e intensos, con un aumento global de los incendios extremos de hasta el 14% para 2030, el 30% para 2030 y el 50% para finales de siglo.