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Llamamiento de los miembros del Centro Internacional Nizamí Gandjaví a los líderes mundiales, a las Naciones Unidas y a otras organizaciones internacionales
Gandjá, 16 de octubre, AZERTAC
Los miembros del Centro Internacional Nizamí Gandjaví han dirigido suplica a los líderes mundiales, a las Naciones Unidas y a otras organizaciones internacionales.
AZERTAC presenta el texto del llamamiento:
"Al unirnos a los llamamientos para proteger la patria de Nizamí Gandjaví de la agresión armenia y detener los crímenes de guerra cometidos contra la población civil que vive en Gandjá, apelamos a la comunidad internacional como escritores y personas creativas que respetan la herencia inmortal del gran poeta azerbaiyano, Nizamí Gandjaví.
Quisiéramos expresar nuestra extrema insatisfacción por la nueva ola de provocaciones militares armenias contra la República de Azerbaiyán, que comenzó el 27 de septiembre de 2020, con el resultado de 222 civiles heridos, incluidos niños y ancianos, y la muerte de 47 civiles. Deseamos una pronta recuperación a las víctimas y también ofrecemos nuestras más profundas condolencias a las familias de las víctimas. También nos preocupa mucho que los misiles de alto alcance puedan destruir el mausoleo de Nizamí Gandjaví.
Condenamos sin reservas los ataques indiscriminados contra civiles y pedimos a la comunidad internacional que preste toda la asistencia posible a la República de Azerbaiyán para llevar a los autores de esos delitos ante la justicia.
Gandjá, que es el hogar del gran poeta, Nizamí Gandjaví, que siempre ha defendido la justicia, la paz, la compasión, la coexistencia, la buena vecindad, la armonía de las culturas y la hermandad mundial, ha sido objeto de ataques con cohetes desde la República de Armenia desde el 4 de octubre de 2020, como resultado de los cuales 11 civiles, incluidos niños y mujeres, han muerto y más de 70 han resultado heridos. Muchas casas e infraestructuras civiles, incluyendo monumentos históricos, hospitales, edificios escolares y guarderías, han sido severamente dañadas.
Esos violentos ataques contra civiles son una continuación de la política deliberada de depuración étnica que aplica la República de Armenia en todos los territorios ocupados, como se confirma en la resolución 1416 aprobada por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa el 25 de enero de 2005.
Gandjá es un tesoro cultural de Azerbaiyán, donde han crecido poetas, pensadores y filósofos pacíficos. Es la segunda ciudad más grande, situada a 100 km de los territorios azerbaiyanos ocupados por Armenia. Hay 195 monumentos históricos y culturales en el país, cuya antigüedad es de varios milenios.
Algunos de estos monumentos no sólo son de importancia local y nacional, sino también una perla del patrimonio cultural mundial. Los continuos ataques de Armenia contra civiles, lugares civiles y monumentos históricos son violaciones del derecho internacional humanitario, incluida la Convención de La Haya de la UNESCO para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado, de 1954, la Convención de la UNESCO para la protección del patrimonio mundial cultural y natural, de 1972, el Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra, de 1949, y el Convenio europeo para la protección del patrimonio arqueológico, de 1992, que dan fe de la continua política de agresión del país.
Como miembros del Centro Internacional Nizamí Gandjaví, condenamos enérgicamente los actos de vandalismo armenio y, al mismo tiempo, pedimos a las Naciones Unidas (ONU) y a la UNESCO que demuestren su papel e intervengan lo antes posible para salvar el patrimonio de la humanidad a fin de convencer a Armenia de que detenga su agresión contra Azerbaiyán.
Quisiéramos recordar que la ocupación de un territorio extranjero por un Estado Miembro de las Naciones Unidas constituye una grave violación de las obligaciones de ese Estado como Miembro de las Naciones Unidas.
Como resultado de la ocupación, más de un millón de azerbaiyanos siguen siendo desplazados internos y refugiados que viven en condiciones difíciles. Quisiéramos subrayar el derecho de los desplazados internos y los refugiados a regresar a sus hogares en condiciones de seguridad y dignidad.
A este respecto, quisiéramos recordar una vez más las resoluciones 822 (1993), 853 (1993), 874 (1993) y 884 (1993) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas e instar a la República de Armenia a que las cumpla estrictamente, entre otras cosas, retirando inmediata e incondicionalmente todas sus fuerzas armadas de los territorios internacionalmente reconocidos de la República de Azerbaiyán.
La comunidad internacional debe unir todos sus esfuerzos para persuadir a la República de Armenia de que cumpla con el derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario, la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Quisiéramos expresar una vez más nuestro pleno apoyo al Gobierno de la República de Azerbaiyán y al pueblo de Azerbaiyán en su legítima lucha por restablecer su integridad territorial y establecer la paz y la estabilidad en la región.
¡Protegamos la ciudad natal de Nizamí Gandjaví! ¡Digamos no al terror armenio!”