MUNDO
Los bosques de montaña se pierden a un ritmo acelerado, poniendo en peligro la biodiversidad
Bakú, 18 de marzo, AZERTAC
Más del 85% de las especies de aves, mamíferos y anfibios del mundo viven en montañas, sobre todo en hábitats forestales. Estos bosques están desapareciendo a un ritmo acelerado, informa AZERTAC refiriéndose a los resultados de las observaciones de los científicos, publicados en la revista "One Earth".
En todo el mundo, hemos perdido 78,1 millones de hectáreas (7,1%) de bosques de montaña desde 2000, una superficie mayor que el tamaño de Texas. Gran parte de la pérdida se ha producido en zonas tropicales de gran biodiversidad, lo que ha aumentado la presión sobre las especies amenazadas.
Aunque su escarpada ubicación protegió en su día a los bosques de montaña de la deforestación, desde principios del siglo XXI se explotan cada vez más a medida que las zonas de tierras bajas se agotan o son objeto de protección. Un equipo de científicos dirigido por Xinyue He (@xinyue_he), Dominick Spracklen y Joseph Holden, de la Universidad de Leeds (Reino Unido), y Zhenzhong Zeng, de la Universidad Meridional de Ciencia y Tecnología (China), quiso investigar el alcance y la distribución mundial de la pérdida de bosques de montaña.
Para ello, el equipo realizó un seguimiento anual de los cambios en los bosques de montaña desde 2001 hasta 2018. Cuantificaron tanto las pérdidas como las ganancias en la cubierta arbórea, estimaron la velocidad a la que se está produciendo el cambio, compararon diferentes elevaciones y tipos de bosques de montaña -boreales, templados, tropicales- y exploraron los impactos de esta pérdida forestal en la biodiversidad.
"El conocimiento de la dinámica de la pérdida de bosques a lo largo de los gradientes de altitud en todo el mundo es crucial para entender cómo y dónde cambiará la cantidad de superficie forestal disponible para las especies forestales a medida que se desplacen en respuesta al calentamiento", destacan los autores.
La tala fue el principal factor de pérdida de bosques de montaña (42%), seguido de los incendios forestales (29%), los cultivos migratorios o de roza y quema (15%) y la agricultura permanente o semipermanente (10%), aunque la importancia de estos factores varió de una región a otra. Se produjeron pérdidas significativas en Asia, Sudamérica, África, Europa y Australia, pero no en Norteamérica y Oceanía.
Preocupantemente, el ritmo de pérdida de bosques de montaña parece estar acelerándose: la tasa anual de pérdida aumentó un 50% de 2001-2009 a 2010-2018, cuando perdimos aproximadamente 5,2 millones de hectáreas de bosques de montaña al año. Los autores escriben que esta aceleración probablemente se deba en gran medida a la rápida expansión agrícola en las zonas de tierras altas del sudeste asiático continental, así como al aumento de la tala de bosques de montaña debido al agotamiento de los bosques de tierras bajas o porque estos bosques de tierras bajas pasaron a estar protegidos.