CULTURA
Palacio Mujtarov en Bakú-la historia de un amor puro
Bakú, 4 de mayo, AZERTAC
En una de las calles tranquilas del centro de Bakú a principios del siglo XX se construyó un hermoso edificio - el Palacio Mujtarov. En la época soviética y postsoviética se celebraban allí bodas, y probablemente no sea casualidad, ya que la construcción de este palacio está asociada a una bella historia de amor.
Murtuza Mujtarov (1855-1920), un conocido productor de petróleo, millonario y filántropo, mientras estaba en Vladikavkaz, se enamoró de la hija del general Jambi Tuganov, Lisa. Lisa era veintiún años más jóven que él.
La familia de la niña no estuvo de acuerdo con este matrimonio desigual durante mucho tiempo. Los Tuganov eran nobles, y Murtuza Mujtarov era un plebeyo, aunque rico, que salió a la luz pública gracias a su inteligencia, ingenio y manos hábiles. Y buena suerte, se encontró petróleo en su territorio.
Por cierto, Mujtarov no se centró únicamente en la producción de petróleo, como en aquellos años. Tenía una empresa de ingeniería: prestaba diversos servicios a los dueños de las tierras donde habían descubierto petróleo, en construir oleoductos, comunicaciones en las zonas petrolíferas, etc.
Y un hecho más curioso y muy característico: durante el primer boom petrolero en Bakú había 39 empresas de este tipo. Entre sus propietarios se encontraban sobre todo los armenios: tras darse cuenta de la cantidad de dinero que podrían ganar en Bakú vinieron corrieendo. Y luego afirmaron que siempre, desde los tiempos remotos vivieron aquí y construyeron esta ciudad. ¡Así, Murtuz Mujtarov era el único azerbaiyano entre los propietarios en aquel tiempo!
Mujtarov, en virtud de su carácter, siempre logró su objetivo. Esta vez el objetivo era quizás el más ambicioso, y tomó una decisión astuta: financió la construcción de una hermosa mezquita en Vladikavkaz. El autor del proyecto fue el talentoso arquitecto polaco Józef Płoszko (1867-1931), quien diseñó muchos edificios hermosos en Bakú.
La persistencia y la sinceridad de Mujtarov hicieron su trabajo: la familia de la niña se rindió, Lisa se convirtió en su esposa.
"Según la escritora Olga Slavina, fue un milagro maravilloso, un símbolo de Vladikavkaz y un objeto de patrimonio cultural hasta ahora. Muchos veranos en Vladikavkaz recordaron esa fiesta, - escribe O.Slavina. - En esponsales con la asistencia de treinta dzhiguits (hábil jinete del Cáucaso) en cherkeska (especie de caftán largo y estrecho de los caucasianos y cosacos) blancos y papajas (gorro alto caucasiano de piel) blancas, con dagas y sables a sus lados, y treinta bandejas en las manos llegaron a la casa de la novia. Oh, qué tipo de bandejas eran: con frutas seleccionadas, dulces diferentes, anillos de oro, aretes, collares con piedras preciosas. Y la boda fue aún más rica, aún más magnífica: siete días y siete noches con los platos, vinos exquisitos, la música se esparcía por todas partes. Y la novia fue llevada de su casa a Bakú en un carruaje blanco, pintado de plata, especialmente traído de Varsovia, rodeado por una escolta de treinta jóvenes jinetes en caballos blancos".
Los jóvenes se fueron al extranjero a la luna de miel. Había un mar de impresiones. Y entonces comenzó la leyenda. Se cree que en algún lugar de Europa (más a menudo llamado Italia, Venecia) los recién casados vieron un hermoso palacio, y Lisa lo admiró durante mucho tiempo. Mujtarov adoró a su esposa y a su regreso a Bakú ordenó secretamente a Józef Płoszko que diseñara un palacio al "estilo veneciano".
De hecho, el autor de estas líneas encontró un prototipo del futuro palacio Mujtarov en Berlín, en la calle Rosenthallerstrasse, 54 (en la numeración de aquellos años), en la esquina con Gormannstrasse. La planta baja del edificio albergaba una tienda departamental, y el edificio mismo era un triángulo estrecho. El edificio no ha "sobrevivido" hasta el día de hoy.
A principios del siglo XX se construyó el edificio más bello de Bakú, el Palacio Mujtarov.
Mujtarov encontró un lugar muy conveniente para la construcción - en la calle Persa (en la época soviética esta calle se llamaba Polujina, en la época postsoviética fue rebautizada en honor a Murtuza Mujtarov), pero las autoridades eclesiásticas se resistieron: frente a ella se encontraba la Catedral de Alexander Nevsky, la más grande de Transcaucasia.
Sin embargo, Mujtarov logró su objetivo: se recibió permiso de San Petersburgo y el palacio comenzó a construirse.
El arquitecto cumplió a la perfección con su tarea, el edificio se construyó en un tiempo récord: en un año.