Moscú, 25 de febrero, AZERTAC

A pesar del silencio de las armas, siguen muriendo militares y civiles en Karabaj. Esto se debe a los campos de minas plantadas por todo Karabaj, que generan una sangrienta cosecha de vidas arruinadas y destinos mutilados literalmente cada semana. Desde la firma del tratado de paz, más de 50 personas, entre ellas un pacificador ruso, han sido víctimas de la explosión de minas.

AZERTAC informa de que el periodista Dmitry Vinogradov escribe sobre esto en un artículo publicado en la edición de Internet de "Svobodnaya pressa".

El autor recuerda que las operaciones militares en la zona de conflicto de Nagorno-Karabaj cesaron hace unos cuatro meses. "Al no poder detener el ataque del ejército azerbaiyano, que contaba con una superioridad técnico-militar abrumadora, Armenia se vio obligada a firmar la paz con duras condiciones. Desde entonces está en vigor un régimen de alto el fuego en la región, apoyado por casi 2.000 soldados rusos de mantenimiento de la paz", dice el artículo. El periodista señala que en casi todas las regiones donde se produjeron fuertes combates, tanto en la primera como en la segunda guerra de Karabaj, las actividades de desminado son muy activas.

El desminado es un proceso largo y que requiere muchos recursos, señala D.Vinogradov. Desde el fin de las hostilidades en noviembre del año pasado, se han limpiado de minas 27 kilómetros cuadrados de territorio azerbaiyano. En esa pequeña zona se encontraron casi 40 mil municiones, que podrían suponer una amenaza en el futuro. Estamos hablando de zonas que han estado bajo el control de las formaciones armadas armenias durante casi 30 años, y durante esos años se ha minado casi cada centímetro cuadrado de tierra.

El coste total de los proyectiles encontrados en la pequeña zona de 27 kilómetros cuadrados, que ha sido limpiada, alcanza los 3 millones de dólares. Los expertos en desactivación de bombas estiman que, en total, pueden haberse colocado unos 4,5 millones de minas en zonas en las que ya se han realizado trabajos o están previstos para el futuro. Según las estimaciones de los especialistas, el valor total de las minas colocadas por la parte armenia puede alcanzar los 340 millones de dólares. "Es una suma astronómica a escala local: resulta que durante los años de ocupación Armenia ha gastado en el minado de los territorios azerbaiyanos el 50% del presupuesto militar para 2020, el 15% de las reservas monetarias oficiales o el 10% del presupuesto estatal", subraya el autor.

En su opinión, el resultado de la guerra del año pasado demostró la insensatez de esos gastos. Resultó que la intensificación de la minería no ayudó a las fuerzas armadas armenias a mantener los territorios bajo control: en condiciones de absoluta superioridad aérea, los azerbaiyanos con grupos móviles de fuerzas especiales rompieron con bastante rapidez la defensa del enemigo, en la que se gastaron cientos de millones de dólares.

Los antiguos dirigentes de Armenia se mostraron dispuestos a discutir la devolución de siete distritos alrededor de Nagorno-Karabaj a Azerbaiyán, mientras invertían una parte importante del presupuesto militar del país en la explotación de estos mismos territorios, se pregunta el periodista. "Los nuevos dirigentes representados por el equipo de Nikol Pashinián que vinieron después se negaron a discutir la devolución de las regiones y provocaron una guerra, perdiendo finalmente estos territorios sin obtener nada a cambio", señalael autor.

"Sobre los resultados del último conflicto armado de Karabaj queda constatar que los cientos de millones de dólares gastados en minas durante las últimas tres décadas podrían invertirse eficazmente en ciencia, educación y sanidad. Hoy están literalmente enterrados en el suelo y siguen arruinando la vida de personas que no tienen nada que ver con la guerra", resume el periodista ruso.