Reino Unido envía una carta de protesta al Grupo Parlamentario Multipartidista para Armenia en el Parlamento del Reino Unido

Bakú, 4 de abril, AZERTAC
Fariz Ismayilzade, jefe del grupo de trabajo sobre las relaciones interparlamentarias entre Azerbaiyán y el Reino Unido, ha enviado una carta de protesta al "All-Party Parliamentary Group (APPG)" para Armenia en el Parlamento del Reino Unido.
La carta rechaza firmemente las acusaciones infundadas dirigidas a deslegitimar el juicio de individuos responsables de crímenes de guerra, limpieza étnica y agresión militar cometidos durante los 30 años de ocupación armenia. Calificar a estas personas de «prisioneros de guerra» y pedir su liberación hace caso omiso de la gravedad de sus crímenes, todos ellos respaldados por pruebas sustanciales.
Durante la ocupación, Armenia forzó el desplazamiento de casi un millón de azerbaiyanos y cometió el genocidio de Joyalí, así como urbicidios, culturicidios y ecocidios. Se destruyeron ciudades y pueblos azerbaiyanos, se profanó el patrimonio cultural y religioso y se infligieron graves daños medioambientales. Armenia también plantó minas terrestres en los territorios ocupados, convirtiendo a Azerbaiyán en uno de los países más contaminados por minas del mundo. Estas minas siguen matando y lesionando a civiles y retrasan tanto el regreso de los desplazados como los esfuerzos de reconstrucción.
La carta también hace hincapié en la suerte de casi 4.000 azerbaiyanos desaparecidos, entre ellos mujeres y niños. Armenia se niega a facilitar información sobre las fosas comunes, que podrían ayudar a determinar el paradero de estas personas. Además, los dirigentes armenios llevan mucho tiempo promoviendo el odio étnico contra los azerbaiyanos. Antiguos presidentes armenios justificaron públicamente la limpieza étnica, respaldando la expulsión forzosa de azerbaiyanos y el Genocidio de Joyalí. A pesar de estos crímenes, nadie en Armenia ha rendido cuentas, y los criminales de guerra siguen siendo respetados.
En cambio, Azerbaiyán ha garantizado la justicia desde que restauró su integridad territorial. Aunque Azerbaiyán liberó a más de 200 armenios como gesto humanitario, los responsables de crímenes de guerra se enfrentan ahora a juicio en Bakú. La legislación azerbaiyana los acusa de delitos como agresión militar, violaciones de guerra, desapariciones forzadas, tortura y terrorismo. El proceso judicial es transparente, con representación legal garantizada, y no se han registrado denuncias de malos tratos.
Criticar este proceso refuta la justicia y apoya implícitamente la limpieza étnica y la agresión. La verdadera paz sólo puede lograrse mediante la rendición de cuentas, ya que no puede haber paz duradera sin justicia.
El proceso judicial en curso arroja luz sobre la agresión militar y la ocupación armenias, así como sobre la rendición de cuentas de las figuras políticas y militares implicadas. La preocupación por este proceso ha dado lugar a intentos de socavar el juicio e interferir en los asuntos judiciales. Sin embargo, en lugar de participar en tales esfuerzos, una cooperación constructiva con el proceso legal apoyaría la justicia y contribuiría a una estabilidad regional duradera. Un compromiso sincero con la paz se reflejaría en el reconocimiento de la responsabilidad y en la garantía de la rendición de cuentas de los implicados en crímenes de guerra.
Este enfoque judicial constituye un importante ejemplo para la comunidad internacional a la hora de prevenir futuros conflictos y violaciones del derecho internacional. Hacer la vista gorda ante estas violaciones no impedirá que se haga justicia. Una rendición de cuentas verdadera y justa exige acciones significativas, no mera retórica.
La carta subraya además que las mencionadas posturas de algunos miembros del Parlamento británico están teniendo un efecto adverso en el proceso de paz actualmente en curso entre ambos Estados.
Azerbaiyán aprecia la posición equilibrada del Gobierno del Reino Unido en relación con el antiguo conflicto entre Armenia y Azerbaiyán. El Reino Unido siempre ha apoyado la integridad territorial de Azerbaiyán de acuerdo con las normas y principios del derecho internacional. Sin embargo, el hecho de que algunos miembros del Parlamento británico se refieran a la región azerbaiyana de Karabaj como "Artsaj" no sólo supone una falta de respeto a la integridad territorial de Azerbaiyán, sino que también contradice la postura oficial del Gobierno británico sobre el antiguo conflicto y constituye una flagrante violación del derecho internacional.
Mientras Azerbaiyán se esfuerza por dejar atrás el amargo conflicto de 30 años y avanzar hacia la normalización, es crucial apoyar este proceso y animar a Armenia a dar los últimos pasos importantes lo antes posible, para que pueda firmarse finalmente el acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán. Este es el único camino hacia la paz y la prosperidad en la región.