Uno de los crímenes más atroces contra la humanidad en la historia: Genocidio de Joyalí

Bakú, 26 de febrero, AZERTAC
Han transcurrido 33 años desde el Genocidio de Joyalí, uno de los crímenes más atroces contra la humanidad en la historia, que revela la política de odio étnico y genocidio adoptada por Armenia contra los azerbaiyanos, informa AZERTAC.
En la noche del 25 al 26 de febrero de 1992, las fuerzas armadas armenias, con la participación del 366º Regimiento de Rifles Motorizados del ejército soviético, ocuparon la ciudad de Joyalí, sometiendo a la población local a un genocidio que resultó en la destrucción total de la ciudad.
Como consecuencia de este acto genocida, se violaron gravemente los derechos humanos fundamentales, así como las normas y principios del derecho internacional humanitario. Un total de 613 residentes de Joyalí, incluidos 63 niños, 106 mujeres y 70 ancianos, fueron asesinados de manera despiadada. Ocho familias fueron completamente aniquiladas, 25 niños perdieron ambos padres y 130 niños quedaron huérfanos de al menos uno de sus progenitores. Entre los heridos, 76 fueron niños y 487 personas resultaron gravemente heridas. De las víctimas fatales, 56 sufrieron métodos especialmente crueles, como ser quemados vivos, despojados de su cabello y sometidos a otras formas de tortura indescriptibles. Además, la suerte de 150 personas, entre ellas 68 mujeres y 26 niños, entre los 1.275 rehenes capturados, permanece sin esclarecerse hasta el día de hoy.
El asesinato masivo perpetrado en Joyalí constituyó una grave violación de diversas convenciones internacionales, tales como la Convención de Ginebra sobre la Protección de las Víctimas de Guerra, la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, la Convención sobre los Derechos del Niño, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, infringiendo gravemente el derecho fundamental a la vida.
Hace tres décadas, gracias a la iniciativa del Líder Nacional del pueblo azerbaiyano, Heydar Aliyev, el Genocidio de Joyalí fue evaluado política y jurídicamente por primera vez por el Parlamento de la República de Azerbaiyán. En consecuencia, el 26 de febrero fue proclamado el Día del Genocidio de Joyalí.
La campaña "Justicia para Joyalí", organizada y llevada a cabo de manera continua por la Fundación Heydar Aliyev, tiene como objetivo el reconocimiento internacional y la evaluación jurídica y política de este crimen. La campaña ha desempeñado un papel fundamental en la sensibilización pública sobre este trágico suceso a nivel global y en la oposición activa a los crímenes de asesinato masivo, limpieza étnica y discriminación racial, religiosa y étnica. Como resultado de las actividades realizadas en el marco de esta campaña, los órganos legislativos de 17 países, 24 estados de los Estados Unidos, así como la Organización de Cooperación Islámica y la Organización de Estados Túrquicos, han condenado este atroz asesinato masivo, reconociéndolo como genocidio y adoptando las resoluciones pertinentes.
El hallazgo de fosas comunes en los distritos de Aghdam, Shusha, Khojavand, Fuzuli y Kalbajar, tras la Segunda Guerra de Karabaj, así como las medidas antiterroristas locales realizadas el año pasado, y las actividades de reconstrucción y exploración en los territorios liberados, han reafirmado la brutalidad del asesinato de nuestros compatriotas durante el genocidio de Joyalí. Además, se descubrieron nuevos signos de tortura en restos humanos en una fosa común cerca de la fortaleza de Asgaran, en los alrededores de Joyalí, lo que subraya la brutalidad del genocidio y la aplicación de una política de genocidio sistemático contra los azerbaiyanos.
A pesar de los múltiples esfuerzos de nuestra parte, Armenia ha hecho caso omiso de la necesidad de esclarecer la suerte de las cerca de cuatro mil personas desaparecidas, así como de proporcionar información sobre las fosas comunes en las que yacen nuestros compatriotas, quienes fueron torturados y asesinados.
Es imperativo que las organizaciones internacionales y la comunidad global lleven a cabo una evaluación jurídica sobre el genocidio de Joyalí, ampliamente reconocido como una de las masacres más trágicas del siglo XX. Es crucial que los responsables de este grave crimen contra la humanidad sean sometidos a juicio ante los tribunales internacionales correspondientes.