POLÍTICA
El 26 de febrero se declara como el Día de Conmemoración de las Víctimas de Joyalí en el estado de Illinois de EE.UU.
Bakú, 18 de febrero,AZERTAC
El alcalde de Skokie (Estado de Illinois, EE.UU.), George Van Dusen, firmó una declaración con motivo del 29º aniversario del Genocidio de Joyalí, informa AZERTAC.
Según la declaración dirigida a los miembros del Centro de Azerbaiyán del Medio Oeste de América y a la comunidad azerbaiyana de Illinois, como parte de la agresión armada lanzada por Armenia contra Azerbaiyán desde 1988 y de la política de limpieza étnica contra el pueblo azerbaiyano, en la noche del 25 al 26 de febrero de 1992, las unidades armadas armenias, apoyadas por el antiguo regimiento soviético 366 de rifles motorizados, cometieron un genocidio en la ciudad de Joyalí y masacraron a los residentes de esta ciudad que intentaban huir de la ciudad ocupada. Como resultado, los militares armenios mataron a 613 personas (incluidas 106 mujeres, 63 niños y 70 ancianos). Algunos expertos llaman a la tragedia de Joyalí "la Srebrenitsa azerbaiyana".
El documento destacaba que en 1993 el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó las Resoluciones 822, 853, 874 y 884, que exigían la retirada rápida e incondicional de las Fuerzas Armadas Armenias de los territorios ocupados de Azerbaiyán, y subrayaba el apoyo a la integridad territorial del país por parte de la Asamblea General de la ONU, el Parlamento Europeo, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, la OSCE, así como el Departamento de Estado de Estados Unidos y la Casa Blanca.
La declaración concluye que, teniendo en cuenta todos los hechos mencionados, el alcalde de Skokie, George Van Dusen, proclamó el 26 de febrero de 2021 como Día de Conmemoración de las Víctimas del Genocidio de Joyalí.
El 25 y 26 de febrero de 1992, las Fuerzas Armadas Armenias, apoyadas por el 366º regimiento de infantería de las tropas soviéticas, estacionadas en la ciudad de Khankendi, cometieron un acto de genocidio contra la población de la ciudad azerbaiyana de Joyalí.
En la masacre murieron 613 residentes civiles, entre ellos 63 niños, 106 mujeres y 70 ancianos, 1.000 personas resultaron heridas y 1.275 fueron tomadas como rehenes. La mayoría de los residentes de la ciudad no se han liberado del cuativerio, y su destino sigue siendo desconocido.