POLÍTICA
El conflicto de Nagorno Karabaj
Nagorno Karabaj (de otro modo Alto Karabaj) es un territorio histórico de Azerbaiyán, reconocido por la comunidad internacional como parte integral del país Azerbaiyán. Tras la caída de la Unión Soviética, Armenia llevó adelante una agresión militar contra Azerbaiyán, ocupando Nagorno Karabaj y siete distritos adyacentes (lo que constituye el 20% del territorio del país), realizó una limpieza étnica contra un millón de azerbaiyanos que se convirtieron en refugiados y desplazados forzosos internos. Armenia violó gravemente el derecho internacional humanitario y cometió masacres contra civiles azerbaiyanos, incluso el genocidio de Joyalí.
Hoy en día en los territorios ocupados no quedó ni un solo azerbaiyano y fue destruida allí toda la herencia cultural-histórica de Azerbaiyán. El Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU, la OSCE, el Consejo de Europa, el Parlamento Europeo, OTAN, Movimiento de Países No Alineados y otros organismos internacionales mediante sus resoluciones y documentos han reconocido la integridad territorial de Azerbaiyán y a Nagorno Karabaj como parte integral de Azerbaiyán y han exigido la retirada de las tropas de Armenia de los territorios de Azerbaiyán y el regreso a sus hogares de los azerbaiyanos desplazados. Armenia rechaza esa posición de la comunidad internacional y trata de mantener el status quo en el conflicto.
Los territorios de la República de Azerbaiyán ocupados en los años 1992-1994:
Shusha y Lachín (mayo 1992), Kalbadzhar (abril de 1993), Agdam (julio 1993), Dzabrail y Qubadlí (agosto 1993), Zanguilán (octubre de 1993).
El 30 de abril de 1993, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la resolución Nº 822 sobre la retirada inmediata de las fuerzas armadas de Kalbadzhar y otros territorios ocupados de Azerbaiyán. El 29 de julio de 1993, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución Nº 853 Sobre la retirada completa, inmediata e incondicional de las fuerzas armadas de Agdam y otros territorios ocupados de Azerbaiyán. El 14 de octubre de 1993, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución Nº 874 sobre adopción de las medidas inmediatas según el calendario establecido por el Grupo de Minsk de la OSCE, incluyendo la retirada de las tropas armenias de los territorios recientemente ocupados. El 11 de noviembre de 1993, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la resolución Nº 884 que condenaba la ocupación de la región de Zanguilán y la aldea de Goradiz, ataques contra la población civil y los bombardeos del territorio de la República de Azerbaiyán e exigía la retirada unilateral de las fuerzas de la región de Zanguilán, el pueblo Goradiz y otros territorios recientemente ocupados.
El 12 de mayo de 1994, fue firmado el acuerdo sobre el cese del fuego. Desde el verano de 2003, creció considerablemente el número de violaciones de cese el fuego por parte armenia.
El principal obstáculo para la solución del conflicto es la posición no constructiva de Armenia que tiene un régimen represivo de una dictadura militar-criminal, irrespetuoso del derecho internacional y de los principios democráticos fundamentales. Los dirigentes de este régimen son las mismas personas que anteriormente lideraron a los separatistas de Nagorno Karabaj y cometieron masacres contra civiles azerbaiyanos, incluso el genocidio de Joyalí y luego, han conquistado el poder en Armenia asesinando y provocando el terror en sus ciudadanos por sus opiniones políticas.
La etapa actual del conflicto empieza en 1987 con los ataques contra la población azerbaiyana en Armenia y en la ciudad de Jankendí (Nagorno Karabaj).
Las operaciones militares a gran escala comenzaron entre fines de 1991 y principios de 1992. En febrero de 1992, los armenios cometieron la masacre contra la población azerbaiyana en Joyalí. El objetivo principal de esta acción brutal era el exterminio de toda la población de la ciudad. Sólo por casualidad sobrevivieron algunos ciudadanos de Joyalí para ser testigos ante la historia.
Como resultado del genocidio fueron asesinadas 613 personas, más de 1000 ciudadanos pacíficos fueron heridos y se quedaron inválidos; fueron capturadas 1275 personas. Hasta hoy en día, se desconoce el destino de 150 personas. Entre los asesinados se encuentran 106 mujeres, 63 niños, 70 personas mayores. Entre las personas inválidas 76 personas eran menores de edad. Como resultado de este crimen político- militar, fueron completamente exterminadas 8 familias, 25 niños se quedaron huérfanos, 130- huérfanos de uno de los padres. Cincuenta y seis mártires fueron asesinados con una brutalidad particular – quemados vivos, cegados, decapitados; a las mujeres les abrieron el vientre con bayonetas. Como resultado de estas acciones se expulsó de Nagorno Karabaj a toda la población azerbaiyana y se completó la ocupación de la región. Tras la ocupación de Lachín en mayo de 1992, el territorio de Nagorno Karabaj quedó unido a Armenia.
Este régimen no quiere lograr la solución del conflicto dado que esa situación de status quo le brinda la “excusa” para frenar las amplias protestas de la población que cada año emigra del país por la pobreza y las dificultades económicas. El actual proceso de reforma constitucional promovida por el régimen de Armenia es un intento por eternizarse en el poder.
Con esa política Armenia se ha convertido en uno de los países más atrasados del mundo y la solución de los graves problemas de Armenia depende solamente de la cooperación con Azerbaiyán, dado que mi país posee el 80% de la economía del Cáucaso Sur y es el núcleo del desarrollo regional. La agresión de Armenia contra Azerbaiyán es la principal amenaza a la paz y seguridad en la región. Armenia tiene que apurarse en lograr la paz con Azerbaiyán y como primer paso tiene que retirar sus tropas de los territorios ocupados.