SOCIEDAD
Las personas vacunadas contra COVID-19 también deben seguir utilizando una mascarilla y mantener la distancia física
Bakú, 13 de febrero, AZERTAC
Los casos de la evolución a largo plazo de la COVID-19 no son una ficción, sino una realidad que requiere más estudios y que puede suponer una carga adicional para el sistema sanitario. Los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) también han informado de casos de reinfección de nuevas variantes del virus, informa AZERTAC citando a UN News.
Actualmente se sabe que muchas personas que han sufrido una infección aguda por COVID-19 siguen sintiéndose mal durante mucho tiempo, a veces hasta el punto de no poder trabajar. Esta COVID-19 "persistente" puede ir acompañada de una serie de síntomas, como sensación de fatiga y agotamiento, deterioro de la función cognitiva y una condición que los pacientes han denominado "conciencia borrosa".
Según la dra. Janet Díaz, portavoz de la OMS, estos síntomas y complicaciones pueden aparecer hasta un mes después de la "recuperación" y a veces hasta tres o incluso seis meses.
A la OMS le preocupa que, dada la magnitud de la pandemia y el gran número de personas infectadas por el SRAS-CoV-2, la COVID-19 "prolongada" o "de larga duración" suponga una carga adicional para el sistema sanitario.
"A día de hoy, sabemos que muchos de los pacientes que experimentan síntomas "post-coVID" han sido previamente hospitalizados y sometidos a una terapia intensiva", dijo Janet Díaz. - Así que sabemos que ocurre con personas que estaban gravemente enfermas, pero también sabemos que ocurre con personas que no estaban en el hospital: tuvieron complicaciones y, o bien los síntomas existentes no desaparecieron, o aparecieron nuevos síntomas, y a menudo esos síntomas desaparecieron después de la fase aguda de la enfermedad y volvieron a aparecer."
Serán necesarias nuevas investigaciones para averiguar hasta qué punto la COVID-19 "prolongada" es común entre quienes no necesitaron hospitalización, subrayó el Dr. Díaz.
El informe preliminar de un grupo internacional de expertos que investiga el origen del virus del SRAS-CoV-2 se publicará la próxima semana. Así lo anunció Tedros Gebreyesus, director general de la OMS, en una conferencia de prensa de la organización.
Los expertos acaban de finalizar su visita a la ciudad china de Wuhan, donde se dice que se originó la infección. Se propusieron investigar cuatro versiones del origen del virus: la transmisión de un animal salvaje a los humanos, la transmisión a través de un animal mediador, la contaminación a través de alimentos congelados y la fuga de un laboratorio.
El dr. Tedros subrayó que ninguna de estas versiones ha sido aún completamente refutada. Sin embargo, a principios de esta semana, los expertos dijeron que un origen de laboratorio del virus era "altamente improbable". En una reunión informativa celebrada el viernes, confirmaron esta información.
Los científicos informan de que la enfermedad comenzó a propagarse rápidamente en diciembre de 2019 y hasta ahora todos los "rastros" conducen al mercado de Wuhan, que vende, entre otras cosas, carne de animales salvajes.
"Hemos podido aprender mucho sobre cómo empezó todo. Tenemos una comprensión mucho mejor de lo que sucedió en diciembre de 2019. Hemos podido establecer que el virus circulaba activamente en Wuhan en diciembre", dijo el experto en enfermedades zoonóticas de la OMS Peter Ben Embarek.
"Sabemos mucho más sobre lo que ocurrió en este mercado, su papel en la propagación del virus. También pudimos encontrar información sobre todos los proveedores que llevaban carne de animales salvajes al mercado", añadió.
En las próximas semanas se publicará un informe detallado del grupo internacional de expertos que investiga el origen del virus.
La OMS ha recibido informes de casos de personas que han contraído el coronavirus y se han vuelto a infectar con él, pero ya con una de las nuevas variantes. Sumia Swaminathan, jefa adjunta de la OMS, declaró en una sesión informativa.
"Según los datos preliminares de Sudáfrica, las personas que ya han tenido la infección podrían volver a infectarse", afirmó Swaminathan.
Destacó que las vacunas protegen contra la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte, pero los expertos aún no están seguros de que puedan prevenir la infección, así como evitar la transmisión del virus.
Por este motivo, los expertos de la OMS recuerdan que incluso las personas que se han vacunado contra el COVID-19 deben seguir tomando precauciones: llevar mascarilla, lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón y mantener una distancia física.