POLÍTICA
Armenia lleva a cabo una política de armenización bajo el pretexto de "restaurar" los monumentos de los territorios ocupados – DECLARACIÓN
Bakú, 25 de enero, AZERTAC
Recientemente, la agresiva Armenia y el régimen separatista establecido en Nagorno-Karabaj han seguido una política de armenización de los monumentos históricos y culturales de los territorios ocupados de Azerbaiyán bajo el pretexto de su "restauración". El régimen, que hace algún tiempo "restauró" la mezquita de Yukhari Govharaga en Shushá, considerada una joya arquitectónica de Nagorno-Karabaj, y la llamó "centro de la cultura persa", ahora planea "restaurar" la fortaleza de Shushá, cuyos cimientos fueron puestos en el siglo XVIII por el fundador del janato de Karabaj de Panahali Khan Javanshir. Según la información difundida por los medios de comunicación, no se descarta que en el futuro se cometan tales actos de vandalismo contra los monumentos históricos del pueblo azerbaiyano situados en los distritos de Agdara y Lachín.
AZERTAC informa de que esto se afirma en la declaración de la comunidad azerbaiyana de la región montañosa de Karabaj de la República de Azerbaiyán.
La declaración reza: "Se sabe que como resultado de la agresión armenia en los territorios ocupados de Azerbaiyán han sufrido miles de monumentos históricos, culturales y religiosos pertenecientes a nuestro pueblo. Algunos de estos monumentos han sido completamente destruidos, borrados de la faz de la tierra, y el resto han caído en mal estado. Junto con la ocupación de nuestras tierras, la implementación del genocidio contra nuestro pueblo, la expulsión de miles de personas de sus tierras natales, Armenia también está destruyendo nuestros monumentos históricos. En la actualidad, para eliminar esta mancha, Armenia está llevando a cabo trabajos ficticios y falsos de "reparación-restauración".
Los sucios objetivos que se esconden detrás de los planes de Armenia para "restaurar" estos monumentos deberían preocuparnos no sólo a nosotros, sino también a las organizaciones internacionales. Porque la propagación de esta tendencia es una amenaza para el patrimonio histórico y cultural mundial.
Todos los monumentos en nuestras tierras ocupadas fueron erigidos por nuestros padres. Después del fin de la ocupación de Armenia y el regreso a nuestras tierras, una de nuestras principales tareas será dar vida a los monumentos que nos quedan.
Todo esto no sólo contradice el compromiso de Armenia con la UNESCO, sino que demuestra la hipocresía de ese país, es un intento de engañar a la comunidad internacional, de dar una imagen cultural y civilizada de su vandalismo".