POLÍTICA
Declaración del MAE de la República de Azerbaiyán
Bakú, 6 de agosto, AZERTAC
El discurso pronunciado por el primer ministro armenio el 5 de agosto en la inauguración de los llamados "juegos panarmenios" en la ciudad de Jankendi (en azerí, Xankəndi), en la región ocupada de Nagorno-Karabaj, en Azerbaiyán, y sus declaraciones populistas alejadas de la realidad, demuestran lo indiferente e indefenso que es. A pesar de que su declaración está destinada principalmente al público interno, no le da ninguna razón para pedir la anexión de la región de Nagorno-Karabaj de la República de Azerbaiyán.
AZERTAC informa que así se afirma en la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Azerbaiyán.
Las agresivas declaraciones del primer ministro armenio contradicen claramente el espíritu y la esencia de las negociaciones sobre la solución del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán de Nagorno-Karabaj que se han celebrado durante muchos años, incluidas las recientes conversaciones sobre las reuniones entre Armenia y Azerbaiyán.
Este es también un golpe importante para el proceso de negociación mediado por los copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE. La declaración de los dirigentes políticos armenios, totalmente contraria al tema de las negociaciones sobre la solución del conflicto, no se corresponde ni con el llamamiento de la propia Armenia a una "solución pacífica exclusiva del conflicto". El discurso de N. Pashinyan en Jankendi ha revelado su verdadero rostro.
Toda la comunidad internacional reconoce la soberanía y la integridad territorial de Azerbaiyán dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente, incluida la de Nagorno-Karabaj y las regiones circundantes. El apoyo inequívoco a la integridad territorial de Azerbaiyán se refleja en las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en las decisiones y resoluciones de otras organizaciones internacionales, así como en numerosos documentos firmados sobre una base bilateral.
Azerbaiyán nunca se reconciliará con la ocupación de sus territorios y continuará sus esfuerzos por liberar las tierras ocupadas y devolver a las personas desplazadas a sus hogares.
El país con el objetivo de perseguir genuinamente el desarrollo y el progreso no puede alcanzar sus ambiciones para los próximos 30 años escondiéndose detrás de su política agresiva, por el contrario, buscará lograr resultados más realistas mediante la evaluación de la situación actual y la normalización de sus relaciones con los países vecinos. Aparentemente, los actuales dirigentes de Armenia se ocupan de promesas vagas de engañarse a sí mismo y al pueblo armenio.
La responsabilidad de todas las tensiones en la región, la violación de los derechos humanos fundamentales de cientos de miles de desplazados internos, víctimas de la política de depuración étnica, así como de socavar la solución pacífica del conflicto y, por lo tanto, la situación creada como resultado del mismo, recae en Armenia.