Bakú, 25 de diciembre, AZERTAC

El 10 de noviembre se llegó a un acuerdo sobre la cesación de las hostilidades entre Armenia y Azerbaiyán. Después de la guerra, el cese del fuego parece haber durado mucho tiempo. Azerbaiyán, que no ha cruzado ni un centímetro de la frontera armenia, ha liberado siete distritos ocupados por armenios durante casi 30 años, así como la ciudad de Shushá, considerada la cuna de la cultura azerbaiyana. Tres de esos distritos -Aghdam, Kalbadjar y Lachín- fueron devueltos a Azerbaiyán en virtud del acuerdo.

Según AZERTAC, esto se mencionó en un artículo titulado "Paz para Azerbaiyán y Armenia" publicado en el portal francés Agoravox.

El artículo, cuyo autor es Alain Roumestan, dice que las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas exigen la retirada inmediata de Armenia de los territorios ocupados de conformidad con el derecho internacional, que es el garante de la integridad territorial de los países, la inviolabilidad de las fronteras y la paz. Al menos 800.000 azerbaiyanos fueron desplazados internamente en su país durante casi 30 años, obligados a abandonar sus tierras bajo ocupación y a trasladarse a otras partes del país y a la capital, Bakú. Hoy quieren volver a sus tierras natales.

En el artículo se señala que en tal situación una verdadera campaña de "incitación a la guerra" en Francia puede agravar la situación. ¿Esperan estos instigadores de la guerra una renovación del conflicto? Después de todo, ha provocado numerosas bajas en ambos lados. En Francia, algunos incluso han utilizado el factor religioso en esta campaña de provocación, expresando fuertes opiniones contra el Islam. Sin embargo, lo que ocurrió entre Armenia y Azerbaiyán no tiene nada que ver con el conflicto religioso.

Según el autor, algunas personas que desconocen el conflicto no se abstienen de hacer afirmaciones ridículas. Dice que la característica común de estas personas es que tienen información errónea sobre el conflicto, están lejos de la realidad y lo más importante, ignoran la posición de uno de los bandos. Pero aún más peligrosa es la expresión de las opiniones de estas personas en el contexto del odio.

En relación con la decisión del Senado francés de reconocer la "República de Alto-Karabaj", el autor informa al lector de que se ha dado ese paso por primera vez en el mundo y que ningún Estado ha reconocido esa "república" en 30 años.

En el artículo se destaca que Azerbaiyán es un país laico en el que los representantes de diversas religiones viven en paz. El rabino principal de Azerbaiyán escribe en el periódico suizo que las sinagogas, iglesias y mezquitas de este país están alineadas y se mantienen en perfecto estado. La gente camina por las calles con la ropa que quiera, vive de acuerdo a su religión y creencias. Azerbaiyán es la primera república laica del Este en la que se concedió por primera vez el derecho de voto a las mujeres en 1918, aunque en Francia esto ocurrió en 1945. En Azerbaiyán, las mujeres son activas como empresarias, ingenieras y políticas.

El autor también menciona el papel de Azerbaiyán en la financiación de la restauración de siete iglesias de los siglos X y XII en el departamento francés de Orne, la catedral de Estrasburgo, el bajorrelieve de la basílica de la iglesia de San Pedro en el Vaticano y las catacumbas de San Sebastián en Roma. Se informó de que el Papa Juan Pablo II y el Papa Francisco visitaron Azerbaiyán, un país modelo de tolerancia y de tolerancia religiosa muy valorada. Los turistas pueden visitar una iglesia armenia restaurada en el centro de Bakú. Además, cabe señalar que miles de armenios viven en Azerbaiyán en armonía con todos los ciudadanos del país. Bakú acoge el Foro Mundial sobre el Diálogo Intercultural e Interreligioso, que reúne a representantes de diferentes religiones y culturas de todo el mundo.

El artículo indica que en Francia se difundieron noticias falsas sobre el conflicto armenio-azerbaiyano. Se afirmó falsamente que Azerbaiyán quería destruir los rastros de la civilización cristiana. Francia ha perdido su reputación de mediador justo y copresidente del Grupo de Minsk, y el público azerbaiyano exigió que se retirara a Francia de la copresidencia del grupo. La decisión de los diputados franceses fue recibida con gran descontento en Azerbaiyán y se afirmó que esas medidas son contrarias a la paz y la seguridad en la región.

El artículo establece que las consecuencias de todas las expresiones de odio, independientemente de su procedencia, son muy negativas e impiden que armenios y azerbaiyanos vivan juntos como lo hicieron en el pasado. El prejuicio en Francia fomenta el odio, y esto es muy peligroso.