NOTICIAS OFICIALES
El Presidente de Azerbaiyán, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas se dirigió a los militares en Shusha
Bakú, 8 de noviembre, AZERTAC
El 8 de noviembre, el presidente de la República de Azerbaiyán y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Ilham Aliyev, se dirigió a los militares en Shusha, informa AZERTAC.
Discurso del Presidente y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Ilham Aliyev:
"¡Estimados militares! Los felicito a ustedes, al personal de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán y al pueblo de Azerbaiyán con motivo del Día de la Victoria.
En primer lugar, pido que se conmemore con un minuto de silencio la memoria de nuestros mártires que murieron heroicamente por la Patria.
Que Alá haga descansar las almas de todos nuestros mártires en paz.
Hoy celebramos el Día de la Victoria en Shusha, en la llanura Jidir . Todo Azerbaiyán celebra esta gloriosa fiesta. Azerbaiyán ha restaurado su integridad territorial y ha restablecido la justicia histórica. Hemos cumplido nuestra misión histórica al expulsar al enemigo de nuestras tierras natales. En 44 días, Azerbaiyán obtuvo una victoria histórica al destruir todas las fortificaciones y posiciones militares que Armenia había construido en 30 años y aplastó al ejército armenio. Esta gloriosa fiesta fue regalada a nuestro pueblo por Uds. y decenas de miles de otros militares como Uds.
La segunda guerra de Karabaj es una página brillante de nuestra gloriosa historia. El pueblo de Azerbaiyán ha movilizado todos sus recursos y ha cumplido esta gloriosa misión. Durante la ocupación, dije repetidamente que todos los ciudadanos de Azerbaiyán deberían acercarse a este día sagrado con trabajo y obras. Dije que el pueblo de Azerbaiyán nunca aceptaría la ocupación, y movilizamos todos nuestros recursos para poner fin a la ocupación y expulsar al enemigo de nuestras tierras históricas.
Cuando fui elegido Presidente por primera vez en 2003, me dirigí al pueblo de Azerbaiyán y dije que recuperaríamos nuestras tierras históricas del enemigo a cualquier precio, ya fuera mediante la paz o la guerra. Y así fue. Muchos años de conversaciones de paz no dieron ningún resultado. El resultado fue nulo. Por el contrario, el enemigo se volvió completamente presuntuoso. Mientras que el pueblo azerbaiyano y yo mismo aún teníamos alguna esperanza de negociar en los primeros años de ocupación, esas esperanzas desaparecieron por completo en los últimos años. Armenia y sus partidarios querían perpetuar esta ocupación. Creían que si eran capaces de ocupar nuestras tierras durante unos 30 años, seguirían ocupándolas para siempre. Pero se equivocaron. Deberían haber sabido que nunca aceptaríamos esta situación. Deberían haber sabido que expulsaríamos al enemigo de nuestras tierras a cualquier precio. Teníamos que estar preparados para ello como pueblo y como Estado. Había que hacer todos los preparativos a tiempo, y así fue. Como saben, la creación de un ejército y el fortalecimiento de nuestro potencial militar fueron mis tareas prioritarias como Presidente, y no es casualidad que los mayores gastos del presupuesto estatal se hayan destinado a fines militares durante mi presidencia. A lo largo de los años, hemos creado una fuerte capacidad militar y técnica. Se trajeron a nuestro país las armas, las municiones y los equipos más modernos, y estos equipos fueron utilizados adecuadamente por los militares. La segunda guerra de Karabaj es una clara prueba de ello. La capacidad de combate de nuestro ejército ha aumentado considerablemente. Se llevaron a cabo ejercicios militares regulares, y el equipamiento, la moral y la capacidad de combate de nuestro ejército aumentaron considerablemente.
Teníamos que fortalecer la economía, y comprendimos que si no lo lográbamos, no podríamos expulsar al enemigo de nuestras tierras. En primer lugar, había que asegurar la independencia económica. Porque si hubiéramos sido dependientes, si hubiéramos dependido de cualquier otra potencia, nunca nos habrían permitido cumplir esta gloriosa misión. Por eso, desde los primeros días de mi presidencia, se dieron todos los pasos necesarios para la independencia económica, y lo conseguimos en poco tiempo. Hoy, Azerbaiyán está a la vanguardia del mundo en cuanto a potencial económico y estabilidad económica. Sin la independencia económica, no habría independencia política. Podríamos habernos encontrado en una posición de dependencia, al igual que muchos países son dependientes hoy en día, por lo que no pueden expresar su voluntad. La independencia política nos ha permitido establecer relaciones con todos nuestros socios sobre los principios de igualdad, respeto mutuo y no injerencia en los asuntos de los demás. De este modo, se ha facilitado una de las principales condiciones para la liberación de nuestras tierras.
Hemos conseguido transmitir a la comunidad mundial las realidades de Karabaj y las atrocidades armenias relacionadas con la ocupación. Poco después de la primera guerra de Karabaj, no pudimos conseguirlo. Por lo tanto, existía una percepción distorsionada de la guerra en el mundo y del conflicto de Nagorno-Karabaj entre Armenia y Azerbaiyán en su conjunto. Lo hemos eliminado. Hemos trabajado día y noche para informar a la comunidad mundial, para trabajar con éxito en las principales organizaciones internacionales y para que se adopten decisiones y resoluciones que nos apoyen y reflejen la verdad. Todo este trabajo constituyó la base jurídica de la realidad actual. Porque hoy, después de haber expulsado al enemigo de nuestras tierras, nadie puede criticarnos.
Hemos llevado a cabo una operación exitosa en nuestras propias tierras, no hemos violado el derecho internacional, no hemos violado las reglas de la guerra. Hemos librado una guerra justa y hemos derrotado al enemigo en el campo de batalla.
Otro factor importante fue la educación de la generación joven. Entendimos muy bien que aunque tengamos armas y municiones, aunque nuestra economía sea fuerte, aunque tengamos éxito en la arena internacional, estos factores no importarían mucho si nuestros ciudadanos no mostraran su fuerza por el bien de nuestras tierras, por el bien de la Patria. Hemos educado a los jóvenes en el espíritu del patriotismo, prestando gran atención a la labor educativa. No hemos permitido que se olvide la historia de la ocupación. No hemos olvidado a Karabaj. Al contrario, esta cuestión siempre ha sido la más prioritaria en todos los acontecimientos para nosotros, tanto a nivel nacional como internacional. Al crecer en el espíritu del patriotismo, los jóvenes fueron capaces de sacrificar sus vidas y arrebatar nuestras tierras sagradas al enemigo a costa de sus propias vidas. La combinación de todos estos factores condicionó nuestra victoria.
Quiero decir de nuevo que estaba claro que el enemigo no quería abandonar nuestra tierra por su propia voluntad, era cada vez más insolente, daba pasos inaceptables y hacía declaraciones para insultar la dignidad del pueblo azerbaiyano. Al decir "Karabaj es Armenia", Armenia no sólo puso fin al proceso de negociaciones, sino que nos insultó. Fue un insulto dirigido a nosotros cuando se celebró una falsa ceremonia de juramento en Shusha, la corona de Karabaj, que es tan sagrada para nosotros. Esa guarida del diablo en la que tuvo lugar el acto fue destruida por el heroico ejército azerbaiyano durante la guerra. El traslado del llamado "parlamento" de la autodenominada entidad a Shusha fue otra provocación contra nosotros. Armenia nos amenazaba arrogantemente con una nueva ocupación. ¿Cuánto tiempo más teníamos que aguantar eso? Alguien tenía que darles una lección, ¿no? Miles, decenas de miles de jóvenes azerbaiyanos, soldados y oficiales como Uds. dieron un paso al frente y mostraron al enemigo donde debía estar, poniéndolo en una situación de la que nunca podrá salir. Vivirán para siempre con la marca de una nación y un estado derrotados.
Durante la ocupación, el enemigo celebraba cada año en mayo la ocupación de Shusha, una ciudad sagrada para nosotros. En mayo de este año, se celebró aquí el festival "Kharibulbul" en la llanura Jidir Duzu, y se tocó el mugham. En agosto, se celebraron aquí los Días de Poesía de Vagif, y se recitaron poemas de Vagif y otros grandes poetas en Shusha. A partir de ahora, no se cantarán aquí canciones en una lengua extraña ni se harán declaraciones inapropiadas en esta tierra y bajo este cielo. A partir de ahora, será la lengua azerbaiyana la que domine esta tierra, como ha sucedido a lo largo de la historia: las llamadas a la oración en la mezquita de Shusha, el sonido del mugham en la llanura Jidir , los poemas frente al mausoleo de Vagif. Esa es la realidad. Lo hemos conseguido. A pesar de toda la presión internacional y a pesar de todas las amenazas, nuestro pueblo se unió como un puño, permaneció detrás del Ejército, y hemos cumplido esta histórica y gloriosa misión. Durante 44 días, seguimos avanzando cada día y nunca dimos un paso atrás. A pesar de los 10.000 desertores del ejército armenio, nadie del ejército azerbaiyano escapó del campo de batalla. Este es nuestro espíritu nacional. Este es el espíritu de Azerbaiyán.
Durante la ocupación, Armenia inventó mitos sobre su ejército y sus supuestos guerreros: "el invencible ejército armenio". ¿Dónde está ahora ese ejército invencible? ¿Dónde está el ejército armenio? Ha volado en pedazos, los aplastamos en cuestión de 44 días. Pidieron ayuda y se arrodillaron. Aceptando nuestras condiciones, firmaron un acta de capitulación en las primeras horas del 10 de noviembre y ondearon la bandera blanca.
Hemos demostrado al mundo entero quién es quién. Hemos demostrado al mundo entero que somos una gran nación. Hemos demostrado la grandeza de nuestro pueblo tanto durante la guerra como en el año que ha pasado desde que terminó. Los armenios han arrasado todas nuestras ciudades. Los ciudadanos azerbaiyanos y los extranjeros que visitan estos lugares están atónitos y horrorizados de que este vandalismo sea posible. ¿Puede haber tanto odio? ¿Puede haber tanta barbarie? Esto lo cometieron los armenios durante la ocupación. Cometieron estas atrocidades demoliendo y saqueando todos los edificios e incluso llevándose las lápidas a Armenia. Durante la guerra, seguimos las leyes de la guerra, no violamos las reglas de la guerra, actuamos con dignidad, igual que actuamos con dignidad en la vida y en la política.
El Día de la Victoria es nuestra fiesta. Es la fiesta de la Victoria, es la fiesta del valor, es la fiesta de la justicia, es la fiesta del orgullo nacional, es la fiesta de la dignidad nacional. Hemos recuperado nuestra dignidad. A partir de ahora, viviremos para siempre como un país victorioso y una nación victoriosa. A partir de ahora, viviremos para siempre en Karabaj y Zangazur. Si alguna fuerza de Armenia nos mira con recelo o tiene tendencias revanchistas, verá nuestro puño. Nuestro puño sigue en su sitio.
Estimdos amigos, querido pueblo de Azerbaiyán. Quiero felicitarles una vez más por esta gloriosa fiesta. Deseo al Ejército de Azerbaiyán nuevas victorias y al pueblo azerbaiyano éxitos continuos.
Viva el Ejército de Azerbaiyán, viva el pueblo de Azerbaiyán. ¡Karabaj es nuestro, Karabaj es Azerbaiyán!