Bakú, 2 de diciembre, AZERTAC

Las figuras de la ciencia y la cultura azerbaiyanas que recibieron premios de la República Francesa protestaron contra la posición sesgada de Francia.

AZERTAC informa alegándose al Ministerio de Cultura que el texto de la declaración reza:

"Nosotros, las figuras de la cultura y la educación de Azerbaiyán, que hemos recibido premios de Francia en diferentes años, estamos orgullosos de estos premios ya que son el símbolo del país que dio tanta belleza al mundo!

Siempre hemos recordado que la literatura francesa representada por grandes escritores y filósofos como Rousseau, Moliere, Voltaire, Hugo y otros lucharon por las nociones más elevadas - honor, igualdad, paz y justicia.

Quisiéramos hacer hincapié en que nuestro respeto por los valores mencionados no es casual, ya que en Azerbaiyán los principios de igualdad y justicia, respeto y paz, protección del honor y la dignidad se pusieron en la base de la existencia. Durante siglos, Azerbaiyán ha sido el centro cultural de toda la región, hogar de representantes de muchas naciones y religiones, que han coexistido y trabajado juntos pacíficamente durante siglos. Fue la síntesis de estas culturas lo que llevó a la creación del patrimonio cultural único de nuestro país, y hoy Azerbaiyán es uno de los países más multiculturales y multirreligiosos del mundo. No es una coincidencia que durante su visita a Azerbaiyán en octubre de 2016, el Papa Francisco apreciara enormemente a Azerbaiyán como un país ejemplar en el mundo en cuanto a tolerancia religiosa. Esto también se pone de manifiesto en el hecho de que el Foro Mundial sobre el Diálogo Intercultural, que se celebra en Bakú cada dos años en 2017, fue calificado como la principal plataforma mundial para el diálogo intercultural por una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Aparte de la comunidad musulmana, las comunidades cristiana y judía de nuestro país son parte integrante y activa de nuestra sociedad, y todos los monumentos y edificios religiosos, así como las mezquitas e iglesias, están plenamente protegidos por el Estado de Azerbaiyán y se restauran periódicamente. Las mezquitas, iglesias y sinagogas funcionan conjuntamente en el país.

Azerbaiyán ha contribuido a la protección del patrimonio no sólo en su país, sino en todo el mundo. Entre las obras realizadas con el apoyo financiero de Azerbaiyán, cabe mencionar la renovación del Louvre y del Palacio de Versalles, la asistencia a la restauración de siete iglesias de los siglos X-XII en los asentamientos de Saint-Hilaire, Fresnaye-au-Sauvage, Saint-Hilaire-la-Gérard, Tanville, Courgeoût, Réveillon et Mâle en el Departamento de Ornet, así como partes de las vidrieras del siglo XIV de la Catedral de Estrasburgo en Francia, la restauración de las catacumbas de San Sebastián, San Marcelino y Pietro en el Vaticano.

Hoy en día, nuestro país, Azerbaiyán, se encuentra en una de las etapas históricas más importantes de su desarrollo. Al igual que Francia, que fue ocupada por otro país durante la Segunda Guerra Mundial, parte de nuestro territorio fue ocupado por Armenia durante 28 años. Decenas de miles de personas fueron asesinadas, alrededor de un millón de azerbaiyanos perdieron sus lugares de residencia permanente como resultado de la depuración étnica y se convirtieron en refugiados. Las resoluciones 822, 853, 874 y 884 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, basadas en el principio de la integridad territorial de los países, que se expresa en la Carta de las Naciones Unidas, piden la retirada inmediata de las tropas de ocupación armenia de los territorios internacionalmente reconocidos de la República de Azerbaiyán. Pero durante casi 30 años estas resoluciones han permanecido sin cumplirse.

Durante todos estos años de ocupación nuestro pueblo murió cada día y los monumentos culturales antiguos fueron destruidos intencionalmente; ciudades enteras fueron convertidas en ruinas, mientras que nuestros numerosos llamamientos a la comunidad mundial para detener el genocidio cultural a gran escala quedaron sin respuesta.

En la noche del 25 al 26 de febrero de 1992, los agresores armenios cometieron un acto de genocidio contra los habitantes de la ciudad de Joyalí, donde 613 civiles, entre ellos 106 mujeres, 63 niños y 70 ancianos, fueron brutalmente asesinados y torturados en una sola noche. 1275 habitantes pacíficos fueron tomados en cautiverio, el destino de 150 de ellos aún se desconoce, 475 ciudadanos se convirtieron en inválidos, 8 familias fueron completamente destruidas. 25 niños perdieron ambos padres y 130 perdieron uno de ellos. La propia ciudad de Joyalí fue borrada de la faz de la tierra. Varios países del mundo ya han reconocido el genocidio de Joyalí cometido contra personas pacíficas.

En esos días, la justicia prevaleció y, al igual que Francia durante la Segunda Guerra Mundial, fuimos capaces de liberarnos de la ocupación armenia y restaurar nuestra integridad territorial reconocida por todas las organizaciones internacionales autorizadas, incluyendo las Naciones Unidas, la OSCE, el Consejo de Europa, el Parlamento Europeo, la Organización de Cooperación Islámica, el Movimiento de los No Alineados y todos los países del mundo. Desde los primeros días de la guerra, Azerbaiyán no ha cruzado las fronteras de su Estado ni un solo centímetro y todas las operaciones de combate se han llevado a cabo directamente en el territorio de nuestro país.

A partir del 27 de septiembre de 2020, a pesar de los bombardeos periódicos de nuestras ciudades y aldeas con armas prohibidas por el mundo y el bombardeo de nuestros territorios como resultado de las operaciones de contraataque, el ejército azerbaiyano logró liberar la mayor parte de los territorios ocupados, incluida la perla de la cultura azerbaiyana: la ciudad de Shushá, que es una reserva histórica y arquitectónica, la patria del mugham y destacadas figuras culturales de Azerbaiyán. Antes de su ocupación en 1992 por las fuerzas armadas armenias, el 98% de la población de la ciudad de Shushá eran azerbaiyanos. El 10 de noviembre se firmó un acuerdo de paz entre el presidente de Azerbaiyán, el primer ministro de Armenia y el presidente de la Federación de Rusia. En virtud de este acuerdo, las fuerzas de ocupación se vieron obligadas a comprometerse a una retirada gradual de las tropas de los territorios internacionalmente reconocidos de Azerbaiyán. Los civiles tuvieron la oportunidad de regresar a sus hogares.

Hoy, el mundo entero tiene la oportunidad de ser testigo de primera mano de las horribles consecuencias de los treinta años de ocupación armenia y de ver estas ciudades, pueblos, bosques quemados y campos destruidos de forma bárbara, monumentos históricos, culturales y arquitectónicos que son ejemplos del patrimonio cultural mundial e instituciones religiosas que han sido convertidas en ruinas.

Casi todas las mezquitas e incluso la Iglesia Ortodoxa en los territorios bajo ocupación fueron destruidas o profanadas.

Los dirigentes de Azerbaiyán han anunciado que se restaurarán todos los territorios, pueblos y aldeas, monumentos culturales y lugares religiosos destruidos, independientemente de su afiliación religiosa.

La posición del Senado francés y de la élite, que anteriormente no reaccionó en modo alguno ante la agresión contra Azerbaiyán, que duró casi 30 años, y la adopción por el Senado francés de una resolución inequívocamente sesgada sobre la necesidad de reconocer la independencia del régimen títere causan indignación entre todo el público azerbaiyano.

Especialmente sorprendente es el hecho de que Francia es el país que votó por 4 resoluciones en el Consejo de Seguridad de la ONU exigiendo la retirada incondicional de las fuerzas de ocupación armenia del territorio de Azerbaiyán.

Creíamos sinceramente que los valores proclamados por la República Francesa se aplican no sólo a los aliados cercanos de este país, sino también a países de todo el mundo. Sin embargo, la resolución adoptada ha puesto en grave peligro el futuro exitoso de nuestras relaciones bilaterales. Será difícil para las figuras culturales azerbaiyanas convencer al público de la conveniencia de desarrollar nuestras relaciones con Francia.

Quisiéramos señalar en particular que Azerbaiyán es la primera república democrática del Oriente, que, por cierto, dio el derecho de voto a las mujeres mucho antes que Francia. El autor del himno de nuestra república, Uzeyir Hadjibayov, que también era de Karabaj, creó la primera ópera de Oriente. Su opereta "Arshin Mal Alan" fue puesta en escena en francés en el Teatro Femina de París el 4 de julio de 1925. El primer ballet, como la primera bailarina del Oriente, también apareció en el escenario azerbaiyano. Esta lista puede continuar sin parar

Entendemos que tener una fuerte diáspora armenia en Francia es un factor importante, pero la posición oficial de un Estado como Francia debe basarse en las normas y principios del derecho internacional, así como en los principios de justicia y responsabilidad del Estado.

Después de familiarizarnos con la dirección, que también fue firmada por las figuras de la cultura de Francia, fue lamentable para nosotros que tan destacados representantes del arte sin la debida investigación se convirtieran en un instrumento de la propaganda armenia. Desafortunadamente, este enfoque poco profesional arroja una sombra sobre su imagen e imparcialidad.

Instamos a las autoridades y a las personalidades de la cultura de Francia a que visiten los territorios liberados de Azerbaiyán y vean la magnitud de la destrucción y el vandalismo perpetrados por los ocupantes armenios, que se abrirá ante sus ojos, y creemos que entonces su opinión se basará en los valores universales de la humanidad y los principios del derecho internacional.

Tair Salajov, Orden de la Legión de Honor, Oficial

Farhad Badalbayli, Orden de las Artes y la Literatura, Caballero

Ramiz Abutalibov, Orden de la Legión de Honor, Caballero

Sevda Mammadalieva, Orden de las Artes y las Letras, Oficial

Farhad Jalilov, Orden de las Artes y la Literatura, Caballero

Chingiz Farzaliyev, Orden de las Artes y la Literatura, Caballero

Samad Seyidov, Orden de la Legión de Honor, Caballero

Hidjran Huseynova, Orden de la Legión de Honor, Oficial

Fajriya Jalafova, Orden de las Artes y la Literatura, Caballero

Chaman Babajanova, Orden de las Palmas Académicas, Caballero, Oficial

Azelma Hasanova, Orden de las Palmas Académicas, Caballero, Oficial

Roya Tagiyeva, Orden de las Artes y la Literatura, Oficial

Zohra Aliyeva, Orden de las Palmas Académicas, Caballero

Gulbaniz Djamalova, Orden de las Palmas Académicas, Caballero

Afag Guliyeva, Orden de las Palmas Académicas, Caballero

Murad Huseynov, Orden de las Artes y la Literatura, Caballero

Gulnara Sadijova, Orden de las Palmas Académicas, Caballero

Reijan Huseynova, Orden de la Legión de Honor, Caballero

Taira Djabbarova, Orden de las Palmas Académicas, Caballero

Elmira Faradjullaeva, Orden de las Palmas Académicas, Caballero

Soylu Jalilova, Orden de las Palmas Académicas, Caballero

Maharram Orudjov, Orden de las Palmas Académicas, Caballero

Rafiga Isaeva, Orden de las Palmas Académicas, Caballero"