CULTURA
Hoy Azerbaiyán celebra Od chershenbesi

¡Que mis problemas y desgracias ardan en el fuego!
Bakú, 4 de marzo, AZERTAC
Las noches nevadas de invierno van disminuyendo y la gente empieza a sentir el cálido aliento de la primavera. Se encienden hogueras en todos los rincones de Azerbaiyán, y sus llamas, elevándose hacia el cielo, parecen quemar el frío invernal.
Es Od chershenbesi (Martes del Fuego), un día en el que dejamos atrás el mal de ojo, la negatividad, las enfermedades y encendemos hogueras como símbolo de nuevos comienzos.
Desde hace siglos, los azerbaiyanos celebran Od chershenbesi como el día en que se derrite el último frío invernal. Esta festividad es símbolo de purificación interior, renovación del alma y renacimiento de las esperanzas. En este día, en el que las tradiciones ancestrales se entrelazan con la modernidad, la gente de todo el país se reúne en torno a hogueras, realizando diversos rituales.
En una entrevista con el corresponsal de AZERTAC, el investigador principal del Instituto de Folclore de la Academia Nacional de Ciencias de Azerbaiyán, doctor en Filología, profesor asociado Elchin Galiboghlu habló sobre la esencia de esta festividad.
Según Elchin Galiboghlu, este día, basado en creencias ancestrales, simboliza el carácter sagrado del fuego, su poder purificador y protector. Nuestros antepasados, que creían en el poder calentador y vivificador del fuego, celebraban rituales especiales en este día.
Según las antiguas tradiciones azerbaiyanas, el Martes del Fuego simboliza el despertar del sol, el calentamiento de la tierra y el renacimiento de la naturaleza. Se creía que el fuego tenía un poder purificador, y encendiendo hogueras la gente creía que todos los problemas se quemarían en las llamas. Por eso en este día la gente enciende hogueras en los patios, pide deseos, reza por la salud, el bienestar y la prosperidad. Existe la creencia de que quien salte por encima del fuego se librará de la mala suerte y entrará en el nuevo año con el alma limpia.
El Día del Fuego: de las antiguas creencias a nuestros días
Según el folclorista, la creencia en el fuego se remonta a miles de años atrás y ocupa un lugar importante en la visión de los pueblos túrquicos. El fuego se consideraba un símbolo terrenal del Sol, se le atribuía fuerza vital, poder calentador y protector. Estas ideas están estrechamente relacionadas con las creencias animistas y teocráticas de la antigüedad.
Diversas creencias y ritos asociados a la festividad de Od chershenbesi están muy extendidos entre la población. En la antigüedad, la gente se reunía alrededor del fuego, cantaba canciones y recitaba poemas alabándolo.
El fuego se consideraba sagrado, por lo que se trataba con profundo respeto. Existía la creencia de que saltando sobre las llamas uno podía librarse de las cargas del año transcurrido y quedar limpio de penurias.
Hoy en día esta tradición continúa: el Martes de Fuego la gente enciende hogueras y, siguiendo la antigua costumbre, salta sobre las llamas con las palabras: «¡Que mis problemas y desgracias ardan en el fuego!».
El principal objetivo de este ritual es limpiar a la persona de energía negativa y entrar en el nuevo año con buenos pensamientos y buena suerte.
Od chershenbesi en las regiones: las tradiciones siguen vivas
Las distintas regiones de Azerbaiyán celebran Od chershenbesi a su manera, conservando tradiciones centenarias y reforzando el espíritu de unidad y cohesión.
En Bakú y sus alrededores se encienden hogueras en calles y plazas, la gente se reúne alrededor del fuego, canta, baila y se divierte. En Sheki, Gakh y Zagatala, las familias construyen grandes hogueras en sus patios y los vecinos celebran juntos. En estas regiones, cuando el viento sopla las llamas, es costumbre desearse unos a otros: «¡Que haya abundancia!».
Antiguamente, en Karabaj -especialmente en Aghdam, Fuzuli y Shusha- se bailaba yalli tradicional alrededor de las hogueras y se organizaban celebraciones con música y poesía. En Ganja, en Od chershenbesi se preparan nueces tostadas, dulces y el antiguo ritual de «qapı pusmaq» (escuchar a escondidas en la puerta en previsión de la adivinación).
En Najchiván, todas las casas están obligadas a quemar uzerlik (una planta utilizada para limpiar del mal de ojo), y al amanecer las cenizas del fuego se vierten en agua corriente, deshaciéndose simbólicamente de todo lo malo.
En el sur de Azerbaiyán, Od chershenbesi se considera la unidad del fuego y el agua. Aquí, además de hacer hogueras, está muy extendida la tradición de ir a la fuente y pedir deseos cerca del agua.
La mesa festiva de Od chershenbesi es símbolo de abundancia y prosperidad.
Como en otros martes anteriores a Novruz, una mesa abundante en Od chershenbesi simboliza el año venidero lleno de riqueza y prosperidad.
Según las creencias populares, en la mesa debe arder una vela hasta el final, lo que traerá luz, calor y prosperidad a la familia. Según algunas tradiciones, en este día se pone trigo germinado (səməni) en agua y se pide un deseo, creyendo que atraerá la buena suerte y la abundancia.
La mesa festiva de Od chershenbesi se decora con platos y productos en los que predominan los tonos de fuego, símbolo de fuerza, energía y calor. Manzanas rojas, granadas, bebidas de bayas y otros productos de este color son atributos obligatorios. Tradicionalmente se sirven frutos secos tostados -avellanas, almendras, nueces y garbanzos-, que simbolizan la abundancia y la fertilidad. Un lugar especial en la mesa lo ocupan shekerbura, paxlava y goghal, dulces sin los cuales es imposible imaginar una fiesta de Novruz.
Od chershenbesi no es sólo una llama de fuego, sino el calor de los corazones, un símbolo de unidad, amabilidad y generosidad. Se cree que cuanto más rica esté puesta la mesa, más felicidad, armonía y buena suerte traerá a la casa.
¡Feliz Od chershenbesi! Que su casa esté siempre llena de luz, amor y abundancia.