La arquitectura en Azerbaiyán típicamente combina elementos de Oriente y Occidente. Muchos tesoros arquitectónicos antiguos, como la Torre de la Doncella y el Palacio de los Shirvanshahs en la ciudad amurallada de Bakú, sobreviven en la actual Azerbaiyán. Entre otros tesoros arquitectónicos medievales que reflejan la influencia de varias escuelas se encuentran el palacio Shirvanshahs en Bakú, el Palacio Shakí Kans en la ciudad de Shakí en el centro-norte de Azerbaiyán, el Templo Surajaní en la Península Apsherón, una serie de puentes que abarcan Río Aras y varios mausoleos.

En el siglo XIX y principios del XX, se creó poca arquitectura monumental, pero se construyeron residencias distintivas en Bakú y en otros lugares. Entre los monumentos arquitectónicos más recientes, los subterráneos de Bakú destacan por su espléndida decoración. El planeamiento urbano y las actividades arquitectónicas están reguladas por el Comité Estatal para la Construcción de la Ciudad y la Arquitectura de la República de Azerbaiyán.

La dinastía Shirvanshahs fue el nombre que recibieron los gobernadores musulmanes de Shirván,quienes gobernaron el estado de Shirván en el norte de Azerbaiyán desde el siglo VI hasta el XVI. Su atención se desplazó a Bakú en el siglo XII, cuando Shirvanshah Manuchehr III ordenó que la ciudad estuviera rodeada de murallas. En 1191, después de que un devastador terremoto destruyera la ciudad capital de Shamají, la residencia de los Shirvanshahs se trasladó a Bakú, y se fundó el complejo Shirvanshahs. Este complejo, construido en el punto más alto de Ichari Shahar (Ciudad Antigua), permanece como uno de los monumentos más llamativos de la arquitectura medieval en Azerbaiyán. Gran parte de la construcción se realizó en el siglo XV, durante el reinado de Jalilullah I y su hijo Farruj Yassar en 1435-1442.

Las diversas secciones del complejo Shirvanshahs no fueron creadas al mismo tiempo, y no había un plan general para la construcción de todo el complejo. Por el contrario, cada edificio se agregó cuando surgió la necesidad.

El Palacio de los Shirvanshahs sufrió varios daños durante la invasión de Rusia a Azerbaiyán del siglo dieciocho, pero fue renovado y en la actualidad lo puedes ver en todo su esplendor, teniendo casi el mismo diseño con el que fue construido originalmente.

El hermoso lugar ha sido declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, debido a su importancia cultural.

Los edificios que pertenecen al complejo incluyen lo que pudo haber sido viviendas, una mezquita, el Divanjana de forma octogonal (Asamblea Real), una tumba para miembros de la familia real, el mausoleo de Seyid Yahya Bakuvi (un famoso astrónomo de la época) y una casa de baños.

Todos estos edificios, excepto las viviendas y los baños, están bastante bien conservados. El propio complejo Shirvanshahs está actualmente en reconstrucción. Tiene 27 habitaciones en el primer piso y 25 en el segundo.

La función original real del complejo Shirvanshahs todavía está bajo investigación. Aunque comúnmente se describe como un palacio, algunos expertos lo cuestionan. El complejo simplemente no tiene la grandeza real y los enormes espacios normalmente asociados con un palacio; por ejemplo, no hay grandes entradas para recibir invitados o enormes habitaciones reales. La mayoría de las habitaciones parecen más adecuadas para oficinas pequeñas.