Bakú, 25 de julio, AZERTAC

El secretario general de la ONU, António Guterres, destacó la necesidad de hacer frente al hambre en el mundo, promover la cooperación entre empresas y gobiernos, y mitigar el impacto perjudicial del continuo cambio climático en la producción de alimentos, según la web oficial de la Organización, informa AZERTAC.

"Los sistemas alimentarios mundiales están colapsados - y miles de millones de personas están pagando el precio".

Según estimaciones de la ONU, más de 780 millones de personas pasan hambre, casi un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo se pierden o se desperdician y casi tres mil millones de personas no pueden permitirse una dieta sana.

Los países en desarrollo se enfrentan a retos adicionales, ya que sus limitados recursos y la carga de la deuda les impiden invertir plenamente en sistemas alimentarios capaces de producir alimentos nutritivos para todo el espectro social.

La producción, el envasado y el consumo insostenibles de alimentos también contribuyen a la crisis climática, ya que son responsables de un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), del 70% del consumo mundial de agua dulce y provocan la pérdida de biodiversidad.

En su discurso, el responsable de la ONU citó tres áreas clave de actuación, empezando por una inversión "masiva" en sistemas alimentarios sostenibles.

"La falta de inversión en los sistemas alimentarios significa, literalmente, la muerte por inanición de las personas", dijo, pidiendo a los gobiernos que respondan a la petición de la ONU de un estímulo para los ODS, que ascienda al menos a 500.000 millones de dólares anuales para apoyar la financiación a largo plazo de todos los países que lo necesiten.

En segundo lugar, Guterres instó a gobiernos y empresas a colaborar y "poner a las personas por encima de los beneficios" en la construcción de sistemas alimentarios.

Esto implica explorar nuevas formas de aumentar la disponibilidad de alimentos frescos y saludables para todas las personas, mantener abiertos los mercados alimentarios y eliminar las barreras comerciales y las restricciones a la exportación, afirmó.

Dado que los sistemas alimentarios desempeñan un papel clave en la reducción de las emisiones de carbono y la limitación del calentamiento global a 1,5 grados centígrados, el Secretario General pidió sistemas alimentarios que reduzcan la huella de carbono del procesado, envasado y transporte de alimentos.

Aprovechar las nuevas tecnologías para reducir el uso insostenible de la tierra, el agua y otros recursos en la producción de alimentos y la agricultura es vital, dijo, instando a una "acción más fuerte y más rápida" para hacer frente a la crisis climática y comprometerse a alcanzar cero emisiones netas para 2040 para los países desarrollados y 2050 para las economías emergentes.

También en la inauguración, Qu Dongyu, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), destacó la importancia de evaluar el progreso en la transformación de los sistemas agroalimentarios para alcanzar los 17 ODS, acordados por todas las naciones del mundo en 2015.

Señaló el progreso en la identificación de soluciones que los sistemas agroalimentarios pueden proporcionar para una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, incluyendo una agricultura más sostenible, la gestión eficiente del agua, el envasado responsable, la reforestación y la reducción del desperdicio de alimentos.

Él añadió que todo ello depende de la transformación de los sistemas agroalimentarios mundiales para que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles.

"Ante las crecientes incertidumbres y las múltiples crisis, necesitamos emprender urgentemente esta transformación para cumplir las grandes expectativas que tenemos puestas en nuestros sistemas agroalimentarios", afirmó.

Del 24 al 26 de julio, la Cumbre de la ONU sobre Sistemas Alimentarios +2 Momento de Balance reunirá a más de 2.000 participantes de más de 160 países para revisar el progreso de los compromisos adquiridos en la primera Cumbre sobre Sistemas Alimentarios en 2021, e identificar los éxitos, así como los cuellos de botella que persisten, al tiempo que se reorientan las prioridades.

Incluye una serie de actos de alto nivel, diálogos y actos paralelos relacionados con la transformación de los sistemas agroalimentarios sobre temas como el desperdicio de alimentos, el cambio climático, las dietas saludables, las asociaciones, la ciencia y la tecnología, los conocimientos de los pueblos indígenas y el transporte.