POLÍTICA
Se entrega a su familia el cadáver del jefe del servicio de seguridad de la Embajada de Azerbaiyán en Irán
Bakú, 29 de enero, AZERTAC
El cuerpo del jefe del servicio de seguridad Orkhan Asgarov, muerto en el atentado contra la embajada de Azerbaiyán en Irán, ha sido entregado a su familia, informa AZERTAC.
Un avión que transportaba a empleados evacuados de la Embajada de Azerbaiyán en Irán aterrizó alrededor de las 22:00 (GMT+4) en el Aeropuerto Internacional Heydar Aliyev en Bakú. Este avión ha entregado al personal de la embajada, miembros de sus familias y el cuerpo del mártir Orkhan Asgarov a Azerbaiyán. Será enterrado en el segundo Callejón de los Mártires en Bakú.
Cabe destacar que el 27 de enero, alrededor de las 08:30 horas, un hombre armado con una ametralladora y una gran cantidad de cargadores con cartuchos cometió un acto de terrorismo a traición contra la embajada de Azerbaiyán en Irán. Mientras evitaba el ataque, el jefe del servicio de seguridad de la embajada, Orkhan Asgarov, murió, dos personas resultaron heridas. El oficial de seguridad de la embajada Vasif Tagiyev, corriendo hacia el terrorista sin un arma, lo neutralizó con sus acciones audaces y diestras.
Cabe señalar que si el terrorista no hubiera sido neutralizado, es posible que hubiera atacado a otros funcionarios de la embajada y miembros de sus familias que vivían en la parte de apartamentos del edificio de la embajada.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, publicó inmediatamente información sobre el incidente en su cuenta de Twitter y condenó enérgicamente este traicionero ataque, exigió una investigación inmediata sobre el ataque y el castigo de los terroristas. El presidente de Azerbaiyán declaró que los ataques terroristas contra las misiones diplomáticas son inaceptables.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán también señaló en un comunicado que lo ocurrido fue un acto terrorista y exigió una investigación exhaustiva y llevar a los responsables ante la justicia.
El traicionero ataque a nuestra embajada fue fuertemente condenado y considerado inaceptable por funcionarios mundiales y organismos internacionales, cancilleres, embajadores, representantes de la Cancillería, políticos y periodistas. En sus declaraciones, comentarios y publicaciones en las redes sociales exigieron una investigación integral del acto terrorista y sanción de los responsables.