CULTURA
Zivar Mammadova- la primera mujer escultora de Azerbaiyán
Bakú, 14 de junio, AZERTAC
Zivar Mammadova fue la primera mujer escultora de Azerbaiyán, que se esforzó por subir a la cima del Olimpo escultórico, dominó todos los entresijos de la profesión no femenina junto con los escultores masculinos y superó la oposición pública a las mujeres en el arte y su papel en la sociedad en general.
Zivar Mammadova nació en 1902 en Bakú (Azerbaiyán), en el seno de la familia de Najafgulu Taghiyev, un acaudalado hombre de negocios, que también era una persona culta y gran amante del arte. Siendo él mismo un artista de corazón, intentó educar a sus hijos en el respeto a los valores espirituales y estéticos y cultivó en ellos el amor al arte.
A la edad de 7 años, Zivar Mammadova ingresó en el gimnasio de Santa Nina (actual escuela nº 134) de Bakú. Durante el periodo de estudio en el gimnasio, la joven talentosa se interesó mucho por el estudio de formas artísticas que eran nuevas para ella: la música y la pintura.
Tras graduarse en el gimnasio, Zivar Mammadova decidió continuar su formación y se inscribió en los cursos de arte para estudiar escultura. Los mejores profesores y especialistas extranjeros en la esfera de la cultura y el arte participaban en el proceso de educación en esta área en ese período.
Al terminar los cursos, Z. Mammadova decidió ingresar en dos instituciones al mismo tiempo: la Escuela Superior de Arte de Azerbaiyán (actual Academia Estatal de Bellas Artes de Azerbaiyán) y la Escuela Superior de Música de Turquía. Consiguió compaginar la práctica del violín con las bellas artes.
Tras una pausa forzada de corta duración relacionada con su matrimonio, Zivar Mammadova se incorporó a uno de los mayores proyectos de la escultura monumental soviética sobre la creación de un monumento a Kirov, estadista y revolucionario. A través de la participación en proyectos tan significativos, adquiriendo experiencia de los maestros de su época, Mammadova continuó afilando sus habilidades, desarrollando gradualmente su propia línea narrativa-temática de arte, prefiriendo abordar un género de retrato.
Durante 1930-1940 Mammadova realizó retratos de busto de A. Azimzada, H. Sarabski y M. Azizbayov, entre otros.
Según AZERTAC, la fuerte monumentalidad del estilo artístico de Mammadova, su perfecto conocimiento de la forma y el material, le permitieron probarse tanto en la escultura monumental como en la de interior. En su obra también pudo expresarse con éxito en composiciones escultóricas de gran escala con múltiples imágenes.
Además, creó una colección de coloridas figuritas de loza -las bailarinas de la ópera "Koroghlu" de Uzeyir Hajibayov- que era extraordinaria por su decoración.
Zivar Mammadova fue conocida por ser la primera mujer escultora de Azerbaiyán. Influyó en la formación y el desarrollo posterior de la escuela escultórica de Azerbaiyán, además de predeterminar un papel especial de la mujer en el arte y en la sociedad en general.
Entre sus obras más conocidas figuran la figura decorativa "Una niña con una muñeca" y el busto del pintor Azim Azimzada.