SOCIEDAD
Más de 5.000 millones de seres humanos sufrirán escasez de agua en el futuro
Bakú, 1 de diciembre, AZERTAC
Más de 5.000 millones de personas se enfrentarán a la escasez de agua en 2050, según el informe de los Recursos Hídricos en el Mundo, publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), informa AZERTAC.
La OMM ha publicado su primer informe sobre el tema, basado en un análisis del impacto del cambio climático, medioambiental y social en los recursos hídricos de la Tierra. El documento ofrece una visión general de los suministros mundiales de agua dulce y también señala la vulnerabilidad de la criósfera de la Tierra (nieve y hielo).
En 2021, gran parte del planeta experimentó condiciones meteorológicas más secas de lo normal.
"Los efectos del cambio climático se dejan sentir cada vez más precisamente a través del estado de los recursos hídricos: estamos experimentando sequías más intensas y frecuentes, inundaciones extremas, precipitaciones estacionales irregulares y una aceleración del deshielo de los glaciares", afirma el profesor Petteri Taalas, secretario general de la OMM. - Estos cambios tienen efectos en cascada sobre las economías, los ecosistemas y prácticamente todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. A pesar de las investigaciones que se llevan a cabo desde hace tiempo, todavía no comprendemos del todo la lógica de la asignación de agua dulce ni los cambios cuantitativos y cualitativos que experimenta.
El Estado de los Recursos Hídricos en el Mundo pretende llenar este vacío de conocimiento. "Los datos y análisis que proporciona permitirán asignar de forma eficiente las inversiones necesarias para la adaptación y mitigación del cambio climático", añadió el profesor Taalas.
En la actualidad, 3.600 millones de personas tienen un acceso insuficiente al agua al menos un mes al año. Se espera que esta cifra aumente a más de cinco mil millones en 2050.
Entre 2001 y 2018, el 74% de las catástrofes naturales de la Tierra estuvieron relacionadas con el agua. En la reciente 27ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el agua se mencionó por primera vez en el documento final del foro como un indicador importante y un recurso crítico.
En 2021, amplias zonas del planeta registraron condiciones más secas de lo normal, en comparación con la media de los últimos 30 años. Estas zonas incluyen el Río de la Plata sudamericano, que ha experimentado una sequía sostenida desde 2019, el sur y el sureste de la Amazonia, y varias zonas de América del Norte, incluyendo las cuencas de los ríos Colorado, Missouri y Mississippi.
En África, los niveles de agua de los ríos Níger, Volta, Nilo y Congo fueron notablemente inferiores a los normales en 2021. Lo mismo se observó en partes de Rusia y Asia Central.
El año pasado se registraron importantes inundaciones con numerosas víctimas en China (provincia de Henan), el norte de la India, Europa occidental y países afectados por ciclones tropicales como Mozambique, Filipinas e Indonesia.
Etiopía, Kenia y Somalia han tenido años consecutivos de escasas precipitaciones, lo que ha provocado una sequía anormal.
En 2021, hubo suministros terrestres por debajo de lo normal en la costa oeste de EE.UU., el centro de Sudamérica y la Patagonia, el norte de África y Madagascar, Asia Central y Oriente Medio, Pakistán y el norte de la India.
A largo plazo, según los autores del informe, se observará una tendencia negativa en el balance hídrico en la cuenca brasileña del Río-San Francisco, la Patagonia, el alto Ganges y el Indo, así como en el suroeste de Estados Unidos.
En general, señala el informe, las tendencias negativas serán más fuertes que las positivas, es decir, los suministros de agua terrestre disminuirán gradualmente.
La criósfera (glaciares, capa de nieve, casquetes de hielo y permafrost) sigue siendo la mayor reserva natural de agua dulce del mundo. Las montañas se denominan a menudo "torres de agua de la naturaleza" porque proporcionan agua dulce a unos 1.900 millones de personas a través de los ríos.
Los cambios en el estado de los recursos hídricos de la criósfera, al provocar inundaciones y crecidas repentinas, afectan negativamente a la seguridad alimentaria, la salud humana y la integridad y el mantenimiento de los ecosistemas.
Las predicciones a largo plazo de los cambios en las condiciones de los glaciares, señalan los autores del informe, serán factores clave en las decisiones de adaptación a largo plazo en las próximas décadas.