Bakú, 20 de noviembre, AZERTAC

Sacrificio para unos, alegría para otros, pero hay algo que cada día está más claro: Los veganos y vegetarianos tienden a vivir más.

Un estudio publicado en julio de 2023 en la revista European Heart Journal demostró que las dietas vegetales equilibradas se asocian a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, demencia y cáncer, informa AZERTAC refiriéndose a la Agencia Anadolu.

En declaraciones a Anadolu sobre la viabilidad de la dieta vegana, la dietista y nutricionista Tuba Gunebak dijo que cuando consumimos alimentos de origen animal, todas las toxinas y metales pesados del cuerpo del animal, que consumimos como músculo, se transfieren a nosotros.

"Esto crea una carga en nuestro organismo, y los veganos están exentos de estas cargas", declaró Gunebak a Anadolu.

Otro estudio del año pasado, que calculaba el impacto de la elección de alimentos en la esperanza de vida, sugería que consumir legumbres, cereales integrales y frutos secos, evitando al mismo tiempo la carne roja y las carnes procesadas, podría ayudar a alargar la vida de una persona.

En el caso de los hombres, esto podría suponer hasta 13 años más de vida, mientras que para las mujeres podría suponer 10,7 años más de vida, según el estudio.

Además del aspecto sanitario de las dietas, también pueden ofrecer perspectivas sobre la identidad de una persona, sus valores y su impacto en el medio ambiente.

Chris Ciocchetti, catedrático Beaird de Filosofía del Centenary College de Luisiana, instó a las personas veganas a "centrarse en el crecimiento moral y los cambios graduales en sus elecciones alimentarias" para conseguir una dieta vegetal sostenible.

"En lugar de buscar la perfección desde el principio, las personas deberían reducir progresivamente su consumo de productos animales", subrayó Ciocchetti.

Ahondando en los aspectos éticos y psicológicos de adoptar una dieta basada en plantas y sus implicaciones para las personas, llegó a afirmar que una dieta centrada en consideraciones medioambientales y éticas podría proporcionar una sensación de trascendencia más allá de las necesidades personales que, a la larga, contribuye al bienestar mental.

El veganismo, que exige que una persona no consuma alimentos derivados de animales, ha suscitado numerosos debates y desafíos a lo largo de las décadas. Las luchas sociales y las penurias físicas son algunas de las mayores dificultades a las que se enfrentan los veganos.

Aunque aparentemente estas dietas no parecen ricas en nutrientes, "con una planificación cuidadosa que garantice que se cubren todas las necesidades nutricionales, una dieta vegana puede ser sostenible desde el punto de vista de la salud", según la dietista Gunebak.

Gunebak dice que ha observado que muchas personas que adoptan el veganismo o el vegetarianismo a menudo no pueden mantener estas dietas durante mucho tiempo. "Les resulta difícil porque requiere un esfuerzo y una dedicación diferentes", afirma, al tiempo que subraya su firme convicción de que, si una persona se esfuerza lo suficiente, es posible sustituir los alimentos de origen animal por alternativas.

"Los veganos necesitan emplear distintos enfoques para mitigar los riesgos de las carencias de B12 y hierro. En primer lugar, es imperativo tomar suplementos de vitamina B12, ya que esta vitamina se encuentra predominantemente en productos de origen animal", afirma.

Para reducir la probabilidad de carencia de hierro, Gunebak afirma que es vital consumir alimentos vegetales ricos en hierro junto con alimentos ricos en vitamina C para mejorar su absorción. Los análisis de sangre periódicos y la orientación de nutricionistas son esenciales para una dieta vegana sana, insistió.

¿Puede la dieta vegana ser realmente sostenible?

Desde el primer vegano conocido, Donald Watson (1910-2005), que fundó un grupo llamado "Sociedad Vegana", el veganismo sigue creciendo como opción de estilo de vida centrada en cuestiones éticas y medioambientales.

Según datos extraídos de Google Trends, desde mediados de la década de 2000 se ha producido un importante aumento mundial del interés por el veganismo. Las principales regiones son Israel, Australia, Reino Unido, Austria y Nueva Zelanda.

Pero, ¿cuáles son los principales factores que han impulsado la creciente popularidad de la dieta vegana en los últimos años?

El uso generalizado de las redes sociales ha aumentado enormemente la concienciación sobre las razones para adoptar una dieta vegana, haciendo llegar este mensaje a un público mucho más amplio y diverso.

Una mujer vegana contó a Anadolu, bajo condición de anonimato, que durante sus años universitarios había visto documentales y vídeos en YouTube que mostraban el cruel trato que reciben los animales en las fábricas.

"Me pareció éticamente preocupante verlos encerrados en espacios reducidos", resaltó, y añadió que con el tiempo fue "eliminando gradualmente" de su vida los alimentos no veganos.

Al hablar de los retos a los que pueden enfrentarse las personas al pasar a un estilo de vida vegano, Ciocchetti abordó los aspectos sociales y psicológicos de la transición.

Reconoció que la comida no es sólo nutrición, sino que a menudo también tiene un significado cultural, familiar y de identidad

"El reto es pensar en cómo desarrollar una dieta vegana que me permita entenderme a mí mismo y conectar con mis tradiciones, mis familias y la gente que me rodea de formas que sean interesantes y útiles".

Ciocchetti subrayó la importancia de desarrollar un enfoque sostenible y equilibrado del veganismo y animó a las personas a encontrar formas de adaptar recetas tradicionales, incorporar sabores familiares y reducir gradualmente su consumo de productos animales. De este modo, las personas pueden salvar la distancia entre sus hábitos alimentarios actuales y el objetivo de minimizar daños innecesarios.

Agregó que la transición a una dieta completamente vegana de la noche a la mañana puede no ser realista para todo el mundo y recomendó dar pequeños pasos para adaptarse al estilo de vida a un ritmo lento pero seguro.