El cabildeo del tabaco se dirige a niños y jóvenes

Bakú, 31 de mayo, AZERTAC
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 37 millones de adolescentes de entre 13 y 15 años consumen tabaco, y que en muchos países la tasa de consumo de cigarrillos electrónicos entre los adolescentes supera a la de los adultos, según el sitio web oficial del UNRIC.
En la región europea de la OMS, el 20% de los jóvenes de 15 años encuestados afirmaron haber consumido cigarrillos electrónicos en los últimos 30 días. Esto demuestra que la industria tabaquera no tiene reparos en dirigirse a la generación más joven.
En sus nuevos productos, la industria tabaquera promociona sabores dulces de aspecto inocuo que recuerdan a la infancia, como caramelo, fruta o chocolate, en lugar del sabor a «tabaco» que no atrae a la generación más joven. De hecho, más del 70% de los jóvenes consumidores de cigarrillos electrónicos en Estados Unidos afirman que dejarían de fumar si el único sabor disponible fuera “tabaco”. El e-cigarrillo es tan peligroso y adictivo como el cigarrillo tradicional, pero está diseñado y presentado como un juguete, y a bajo precio. Estas industrias están diseñando intencionadamente productos y utilizando estrategias de marketing que atraen directamente a los niños", afirma el dr. Ruediger Krech, director del Departamento de Promoción de la Salud de la OMS.
El uso de sabores adaptados a los niños, como el algodón de azúcar y el chicle, combinado con diseños elegantes y coloridos que recuerdan a los juguetes, es un intento descarado de enganchar a los jóvenes a estos productos nocivos", añade.
Las grandes tabacaleras se presentan como líderes en responsabilidad social y medioambiental, pero sólo eligen criterios de evaluación que les den una imagen positiva.
En un intento de darse una buena reputación, promueven acciones medioambientales sencillas, como plantar árboles o recoger colillas en las playas, pero en realidad estas acciones tienen poco impacto, según la OMS.
Por el contrario, el tabaco perjudica gravemente al medio ambiente en todas las fases de su producción; los filtros de los cigarrillos, fabricados con plásticos tóxicos, son una de las principales fuentes de contaminación.
Desde el desarrollo de los productos electrónicos en la industria, los residuos tóxicos han ido en aumento, sobre todo con la llegada de los cigarrillos electrónicos de un solo uso conocidos como “pufs”. Nuevo producto, mismo peligro A pesar de los avances existentes en materia de deshabituación tabáquica, la aparición de los cigarrillos electrónicos y otros nuevos productos de tabaco y nicotina supone una grave amenaza para los jóvenes, e incluso los niños, y está socavando los esfuerzos por combatir el tabaquismo. Los estudios demuestran que el uso de e-cigarrillos casi triplica el riesgo de fumar después cigarrillos convencionales. Estas estrategias engañosas subrayan la necesidad de una regulación estricta para proteger a los jóvenes de una adicción nociva que duraría toda la vida. La historia se repite, ya que la industria tabacalera intenta vender a nuestros hijos la misma nicotina en envases diferentes", manifesta el dr. Tedros Adhanom Gebreyesus, Director General de la OMS. Estas industrias se dirigen activamente a las escuelas, los niños y los jóvenes con nuevos productos que son esencialmente una trampa con sabor a caramelo. ¿Cómo pueden hablar de reducción de daños cuando comercializan estos productos peligrosos y altamente adictivos entre los niños?"
La OMS pide a los gobiernos que adopten medidas estrictas para proteger a los jóvenes, prohibiendo o regulando severamente los productos a base de nicotina, creando espacios públicos 100% libres de humo y aumentando los impuestos sobre estos productos. También es esencial sensibilizar a la población sobre la publicidad engañosa de la industria y apoyar las iniciativas educativas dirigidas por los jóvenes. Los jóvenes adictos representan toda una vida de beneficios para la industria", añade Jorge Alday, director de STOP en “Vital Strategies”, especialista en salud pública. Por eso la industria ejerce una presión agresiva para crear un entorno que haga barato, atractivo y fácil que los jóvenes se enganchen. Si los responsables políticos no actúan, las generaciones actuales y futuras pueden enfrentarse a una nueva oleada de daños, caracterizada por la adicción y el consumo de muchos productos del tabaco y la nicotina, incluidos los cigarrillos”.