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Más de un millón de hectáreas de tierra fueron utilizadas para cultivar granos en Azerbaiyán
Bakú, 1 de enero, AZERTAC
Más de un millón de hectáreas de tierra fueron utilizadas en 2019 para sembrar cultivos de granos en Azerbaiyán, dijo el jefe del departamento de monitoreo de cultivos, Rafail Guliyev, reporta AZERAC.
A partir del 27 de diciembre de 2019, el trigo se sembró en una superficie de 630.000 hectáreas, la cebada -en una superficie de 362.000 hectáreas- y el triticale -en una superficie de 20.000 hectáreas-, lo que equivale en total a un millón de hectáreas en el país, destacó Guliev en un discurso en una reunión dedicada a los resultados de 2019.
"El cultivo de cereales desempeña un papel estratégico para garantizar la seguridad alimentaria de la población del país y su desarrollo está constantemente en el centro de atención del Estado", afirmó Guliyev.
Destacó que, a pesar de las condiciones climáticas desfavorables para la siembra de los cultivos de cereales en la mayoría de los distritos del país, el proceso de siembra se llevó a cabo en el período óptimo de octubre a noviembre.
"Los trabajos preparatorios para el arado y la siembra se han iniciado a principios de este año. Entre julio y agosto se araron unas 450.000 hectáreas de tierra, lo que supone el doble que en 2018. Se utilizaron unas 55.000 toneladas de fertilizantes en la tierra cultivable. Se dio preferencia al arado alternativo. Este método se utilizó en un 35-40 por ciento de los campos de cultivo durante la siembra del grano", señaló el jefe del departamento.
Añadió que "a pesar de las condiciones climáticas adversas, el clima anormalmente cálido, la grave sequía y la falta de agua para el riego, el trabajo de irrigación ya se ha completado en el 50 por ciento de la superficie sembrada", dijo Guliyev.
Destacó que junto con la aplicación de tecnologías innovadoras para lograr altos rendimientos, una de las principales tareas a las que se enfrentan las entidades económicas y los agricultores es la correcta organización de la lucha contra las plagas y enfermedades agrícolas.
Se señaló que una de las condiciones importantes para obtener altos rendimientos de los cultivos de otoño es el momento óptimo para el control químico de las malas hierbas. Las malas hierbas son uno de los factores que reducen la productividad de las plantas de cultivo, incluido el trigo de otoño. Por lo general, durante la siembra de otoño, las medidas químicas contra las malezas se llevan a cabo cuando la temperatura del aire es de 12 grados, especialmente en marzo. En algunos casos, el tratamiento tardío de las áreas sembradas causó daños a la finca.
Los participantes del acto fueron informados exhaustivamente sobre el uso de nuevos plaguicidas en la lucha contra las enfermedades y plagas, las normas de seguridad técnica al trabajar con ellos, los principios fundamentales de la transición hacia una lucha integrada contra las enfermedades y plagas y el uso de nuevas tecnologías innovadoras.
Asimismo, los participantes discutieron las formas de abordar las dificultades en el riego de los cultivos de cereales debido a la grave sequía y la escasez de agua de los últimos meses, los plaguicidas y los fertilizantes para la alimentación para la aplicación de medidas agrotécnicas en las próximas etapas.
El evento contó con la participación de representantes del Ministerio de Agricultura, la Agencia de Servicios Agrícolas, institutos de investigación, así como especialistas locales y extranjeros que operan en las empresas importadoras de plaguicidas.