Bakú, 15 de abril, AZERTAC

Azerbaiyán, a diferencia de los países de la región, en la lucha contra la crisis del coronavirus, no optó por el endeudamiento externo ni por la devaluación, y depende únicamente de sus propios recursos. Esto fue declarado por el director ejecutivo del Centro de Análisis de Reformas Económicas y Comunicaciones de Azerbaiyán (CAERCA) Vusal Gasimli, informa AZERTAC.

Señaló que la mayor crisis económica mundial del siglo XXI, los precios bajos sin precedentes del petróleo y la pandemia mundial COVID-19 afectan a los ingresos del presupuesto consolidado de Azerbaiyán. En el primer trimestre de este año los ingresos al presupuesto estatal ascendieron a 7.810 millones de manats, los gastos a 5.250 millones de manats, lo que proporcionó un superávit de 2.560 millones de manats, pero en el segundo trimestre la situación puede empeorar. A pesar de que en el primer trimestre las autoridades fiscales y aduaneras superaron los ingresos previstos en más de 312,2 millones de manats, la incertidumbre debida a la profundización de la recesión mundial y la pandemia está afectando negativamente a los ingresos. A medida que continúa la agitación mundial, se revisan los ingresos y gastos como parte de las políticas de apoyo fiscal a la economía nacional.

Gasimli subrayó que muchos países postsoviéticos ya habían decidido medidas presupuestarias. Por lo tanto, Rusia ha decidido cambiar los parámetros del presupuesto para 2020-2022. Bajo la influencia de las crisis mundiales, el Gobierno de Kazajstán también elaboró propuestas para aumentar los ingresos y los gastos en el presupuesto para 2020. El gobierno ucraniano espera cubrir el déficit presupuestario pidiendo prestado cinco mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional en el marco del tramo de Luchadores por la Libertad Económica a cambio de ciertas concesiones. El gobierno georgiano, que predice pérdidas de 4.300 millones de dólares, ha iniciado negociaciones con las instituciones financieras internacionales para pedir un préstamo de 1.000 millones de dólares. Todos los países de la región, excepto Azerbaiyán, Rusia y Kazajstán, que cuentan con un "colchón de seguridad", están tratando de equilibrar el presupuesto estatal para 2020 aumentando la deuda pública externa y revisando el déficit presupuestario, que posteriormente resulta muy costoso.

Según él, Azerbaiyán, a diferencia de los países de la región, en el marco de la lucha contra esta crisis, no optó por el endeudamiento externo ni por la devaluación, y depende únicamente de sus propios recursos. En el marco de la legislación presupuestaria vigente, se asignaron 1.350 millones de manats al fondo de reserva del presidente y a otras fuentes de reserva para luchar contra la crisis, en particular, para modificar y designar una serie de gastos mediante la revaluación de la prioridad de los gastos presupuestarios. Además, se espera que mejore aún más la eficiencia de las inversiones y los gastos corrientes, así como la búsqueda de nuevas fuentes financieras para asegurar el presupuesto para combatir la crisis, cuya carga financiera supera los 2.500 millones de manats.

Además, el director de CAERCA destacó que no sólo se están revisando los parámetros presupuestarios en Azerbaiyán, sino que también el marco macroeconómico está cambiando a medida que surge la necesidad de revisar la política fiscal y, en consecuencia, la política macroeconómica para cambiar el marco presupuestario. La correcta compilación de los macroparámetros determina la previsión de los indicadores presupuestarios. Para ello, en el Sistema de Cuentas Nacionales se deben analizar las cuentas de producción, distribución primaria y secundaria y uso final. También es necesario revaluar el PIB sobre la base del análisis por el método de los gastos para cumplir con la clasificación funcional (incluida la clasificación económica) del presupuesto del Estado. El análisis del PIB utilizando el método del gasto muestra que durante el resto del año el consumo de los hogares y las instituciones gubernamentales, así como las exportaciones netas, tenderán a disminuir, pero por otro lado, debido a los bajos precios, disminuirán los ingresos del petróleo, así como las veinte áreas más afectadas del sector no petrolero.

Gasimli resaltó que el jefe de Estado definió tres objetivos principales de la política económica para este año: la estabilidad económica, el empleo y el bienestar, el crecimiento económico. Sobre la base de estos objetivos, el jefe de Estado definió las prioridades de gasto en la política presupuestaria, aumentando aún más la transparencia y la eficiencia del gasto como las principales direcciones.

"Para asegurar la sostenibilidad fiscal, se han definido medidas como la amnistía de capital y propiedad, la privatización, la reducción de la carga presupuestaria mediante la mejora de la eficiencia de la gestión de las empresas estatales, el aumento de la transparencia y la eficiencia económica de los programas de inversión y el aumento de la transparencia de las adquisiciones públicas. Además, la inversión privada será crucial para asegurar un crecimiento económico sostenible", añadió Gasimli.