Bakú, 23 de septiembre, AZERTAC

El gesto poco ético del ministro armenio de Asuntos Exteriores, Ararat Mirzoián, que abandonó la sala de reuniones del Consejo de Seguridad durante el discurso de su colega Jeyhun Bayramov, no fue un caso sin precedentes en la historia. Yo lo interpretaría como un deseo de evitar la humillación y la angustia emocional de escuchar al ministro de Asuntos Exteriores de un país que acababa de infligir una aplastante derrota militar y política al país de Mirzoián.

Sin duda, si este gesto era una protesta contra el futuro pacífico que el primer ministro Nikol Pashinián está instando a abrazar a la comunidad étnica armenia de Karabaj, entonces Mirzoián debería dimitir.

Matthew Bryza, experto internacional, miembro del consejo de la Fundación Jamestown y ex embajador de EEUU en Azerbaiyán, compartió esta opinión con AZERTAC.

"Sin embargo, en realidad Mirzoián siempre ha repetido e incluso anticipado la retórica conciliadora de Pashinián. Por ejemplo, manifestó públicamente la posibilidad de que Armenia reconociera la integridad territorial de Azerbaiyán mucho antes de que lo hiciera el líder armenio", subrayó el interlocutor de la agencia.

En cuanto a las perspectivas regionales después de que Azerbaiyán restablezca la soberanía sobre todo su territorio y erradique el separatismo, el experto expresó un cauto optimismo.

"Si la parte armenia aplica plenamente el acuerdo de alto el fuego del miércoles, soy optimista sobre el futuro del Cáucaso Meridional, al menos en lo que respecta a Azerbaiyán y Armenia. Está claro que tanto el presidente Ilham Aliyev como el primer ministro Nikol Pashinián están comprometidos con un tratado de paz. Su principal obstáculo han sido las fuerzas políticas extremistas de Armenia y Karabaj, que han mantenido como rehenes políticos al resto de la comunidad étnica armenia de la región de Karabaj. Mientras las fuerzas armadas armenias estuvieran presentes en Karabaj, los oponentes políticos extremistas de Pashinián podrían presionarle para que se mantuviera contundente y se preparara para el uso de la fuerza militar en el futuro. Este planteamiento, por supuesto, constituía una violación de la Declaración del 10 de noviembre de 2020. Ahora que se ha eliminado este gravísimo obstáculo, el futuro del tratado de paz está mucho más claro", señaló Bryza.

Resumiendo, dijo que en las circunstancias actuales, con Azerbaiyán recuperando el pleno control de todo su territorio y el primer ministro armenio pidiendo a los armenios de Karabaj que se preparen para la paz y la consiguiente reintegración en la sociedad azerbaiyana, hay un nuevo y significativo impulso para un tratado de paz. No obstante, Pashinián seguirá enfrentándose a una fuerte oposición al proceso de paz por parte de las fuerzas políticas extremistas de Armenia que favorecen el conflicto frente a la paz, según el ex embajador de Estados Unidos en Azerbaiyán.