POLÍTICA
El soldado azerbaiyano detenido por Armenia fue trasladado a Bakú
Bakú, 5 de marzo, AZERTAC
El soldado Ruslan Panahov, que hace unos días se perdió debido a las malas condiciones meteorológicas mientras se desplazaba entre posiciones de servicio en el distrito de Lachin y fue detenido por el ejército armenio, ha sido devuelto a su patria.
Como informa AZERTAC, el 5 de marzo R.Panahov fue trasladado en avión al aeropuerto internacional Heydar Aliyev.
En una entrevista con periodistas en el aeropuerto, Ruslan Panahov subrayó: "Es una sensación maravillosa volver a la Madre Patria. Mi estado de salud es normal ahora. Me siento bien".
R.Panahov expresó su gratitud al presidente, comandante en jefe Ilham Aliyev por su regreso a la Madre Patria. "Sabía que el presidente Ilham Aliyev conseguiría mi liberación", el afirmó.
Cabe señalar que el regreso de Ruslan Panahov a Azerbaiyán demostró una vez más el poder de nuestro Estado, su autoridad en la región, así como el hecho de que las nuevas realidades creadas por él son aceptadas por los países de la región. Es cierto que la parte armenia intenta presentar el regreso del soldado como una manifestación de su buena voluntad. Pero, de hecho, esto es absolutamente falso, porque si Armenia tuviera buenas intenciones, no habría prolongado tanto la cuestión. Armenia dio este paso porque ya se ha dado cuenta de que Azerbaiyán no dejará a ninguno de sus ciudadanos en apuros y es capaz de hacer todo lo necesario para ello.
Por supuesto, el Estado azerbaiyano ha declarado en repetidas ocasiones que no dejará a ninguno de sus ciudadanos, militares en apuros y tomará todas las medidas necesarias para ayudarles y devolverles a su patria. Armenia ya lo entiende. Por lo tanto, con el fin de no agravar la situación, Iravan oficial acordó devolver nuestro militar a Azerbaiyán.
Al mismo tiempo, hay que subrayar que la devolución de nuestro soldado es el resultado de la determinación del Estado azerbaiyano y del ultimátum dado a Armenia. Al ganar la Guerra Patria, Azerbaiyán acabó con el mito de la invencibilidad del ejército armenio, demostrando que es superior a Armenia militarmente, económicamente y en otros aspectos. Por lo tanto, Iravan ya reconoce que el ejército azerbaiyano es capaz de cumplir cualquier tarea. El jefe del Estado de Azerbaiyán declaró: "Armenia debería darse cuenta de que podemos llevar a cabo cualquier tarea militar y nadie puede detenernos. Deben saber que el puño de hierro sigue vigente". Iravan también es muy consciente de que Azerbaiyán vengará por la sangre de cualquier de sus mártires, ciudadanos inocentes asesinados. Azerbaiyán ha reaccionado adecuadamente a cada provocación cometida contra él. Las operaciones "Farrukh", "Saribaba-Girkhgiz", "Venganza", así como las acciones antiterroristas del 19 y 20 de septiembre son sólo algunas de las respuestas dignas a las provocaciones del enemigo. Por lo tanto, Armenia se dio cuenta de que, si esta vez también comete una provocación, aprovechando el incidente, las consecuencias para ella pueden ser más deplorables. Hoy en día, el ejército azerbaiyano es profesional, patriótico y está preparado para el combate. El presidente Ilham Aliyev, que ha subrayado en repetidas ocasiones que nos vengamos del enemigo en el campo de batalla, declaró: "Tanto durante la Segunda Guerra de Karabaj como durante la operación antiterrorista nos vengamos de los criminales, los destruimos, aniquilamos al ejército armenio y les obligamos dos veces a firmar la rendición".
Según un acuerdo verbal mutuo con Armenia, los militares que se han perdido debido a las condiciones meteorológicas deben ser devueltos incondicionalmente en un breve plazo de tiempo. Fiel a su tradición, también esta vez Iravan violó el acuerdo. Armenia, que intentó utilizar el incidente como medio de manipulación política, tampoco lo consiguió esta vez. Se vio obligada a retirarse ante la determinación y la seria advertencia del Estado azerbaiyano, porque hoy no se enfrenta a un Azerbaiyán de los años noventa, sino a un Azerbaiyán fuerte, poderoso y victorioso. El Iravan oficial ya ha reconocido que se ve obligado a renunciar a todas sus pretensiones contra Azerbaiyán. Porque para él, como dijo el jefe del Estado azerbaiyano, sólo hay un camino: aceptar todas las condiciones de Azerbaiyán y renunciar a las reivindicaciones territoriales frente a Azerbaiyán.
En resumen, otro intento de provocación de la parte armenia fracasó. Azerbaiyán, como siempre, demostró al mundo entero que le importa mucho la suerte de cualquiera de sus ciudadanos, soldados y oficiales. Lo ocurrido es también otra clara prueba de que Azerbaiyán es la parte que impone su voluntad en los procesos que tienen lugar en la región.